CAPÍTULO 81.

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Habíamos llegado a un pub bastante alejado y muy cerca de mi urbanización que no sabía que existía. Desde fuera parecía bastante exclusivo y demasiado concurrido.

- No sé yo si Lola...- le susurré a Rodrigo mientras Lola hablaba con Santiago animadamente.

- Ya verás como si... no ha mirado para nosotros desde que hemos bajado del coche.- me vio nerviosa a pesar de sus palabras.- Mira nos vamos a parar y ya verás cómo ni se da cuenta.

Nos paramos en seco a mitad del aparcamiento mientras observábamos como se iban alejando sin percatarse de nuestra ausencia. Me quede un poco más tranquila al ver que no se giraba.

Rodrigo tiro de mi mano y comenzamos a correr hacia ellos que casi habían llegado a la puerta del local.

- Oye si queréis empezar a consumir vuestro amor os podéis ir a casa, yo luego llevo a Lola.- dijo Santiago cuando vieron que veníamos corriendo.

- Solo era un experimento.- dije yo con un poco de vergüenza.

- Que experimento más raro, ¿no?- dijo Lola mirando a Santiago.

- Era para demostrarle que no necesitas niñera ni tienes problema por entrar en el club y que tampoco necesitas que te cuidemos como si tuvieras 5 años.- dijo Rodrigo pasándome un brazo por la espalda.

El portero de la discoteca nos pidió el carné de identidad a pesar de sobrepasar por mucho la mayoría de edad. Dijo algo de que era sobre tomar datos para las listas ya que alguna gente se cuela así que ahora ya no vale con solo decir el nombre.

Lola y yo hicimos bromas sobre lo jóvenes que nos veíamos y el portero intento tirarnos la caña pero enseguida entramos ya que nos encontrábamos en la primera lista que tenía. Santiago tenía una lista propia para sus amigos y había llamado antes de venir.

- Tenemos las botellas gratis pero no las copas, así que pedir por botellas mejor.- dijo Santiago.- Os dejo la lista por aquí.

Deslizó por la mesa una carta plastificada con los precios mientras él abandonaba el reservado que se encontraba vacío.

- ¿Por qué iban a tener un reservado vacío solo por si Santiago quiere venir? ¿Y si lo tienen ocupado?- preguntó Lola mientras miraba los precios.

- Creo que es accionista del sitio y además tiene muy buen don de gentes. Lo raro es que esté vacío su reservado.- dijo Rodrigo mientras llamaba a un camarero que pasaba.

Él se encargo de pedir las botellas mientras que Lola y yo nos levantamos hacía la barandilla desde la que se veía toda la pista de baile.

- Es agradable.- dijo Lola por encima de la música captando toda mi atención.- ¿Te sientes menos cuando estás con Rodrigo?

Le miré contrariada y un poco perdida.

Está claro que yo no me sentía menos cuando estoy con Rodrigo. Es todo lo contrario. Me hace sentir viva, me hace sentir que puedo con todo pero sobre todo me hace sentirme querida.

- Él es un dueño de un bufete con el que gana en un mes más de lo que ganas tú en tres meses trabajando en una empresa con un sueldo normal-alto. Él sale en las revistas del corazón y a veces sale en algún programa del corazón para desmentir a la supuesta novia de turno. Cuando sale a correr a primera hora de la mañana a veces hay cámaras de revistas y de canales de televisión.- hizo una pausa mientras miraba hacía Rodrigo que estaba sentado con el móvil.- Aún así te veo llegar y darle un beso con ganas de hacerlo y no por pura rutina. A pesar de todos los lujos que podrías tener te veo viviendo con él en tu casa mientras tiene su mansión más cerca de su empresa y la tiene vacía. Os veo comer hamburguesas de tu urbanización y no lo veo fuera de lugar.

Siempre serás tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora