CAPÍTULO 50.

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Rodrigo

Abrí los ojos despacio, los parpados me pesaban demasiado y había algo encima de mi que me daba demasiado calor.

Tarde un par de segundos en distinguir que no estaba ni en mi casa ni en casa de Aaron y que ese algo que había encima de mi es Sara durmiendo plácidamente. Anoche nos quedamos hablando hasta tarde después de nuestro encuentro, hablamos y reímos hasta quedarnos dormidos y ni siquiera nos vestimos. Su piel caliente tocaba la mía, haciendo que donde su cuerpo tenía contacto con el mío me produjera una sensación de calidez que en el resto del cuerpo no había.

Su escalofrío me saco de mis pensamientos así que alcance mi camiseta, una camiseta básica azul de manga corta que había traído para ayudarla a mover las cajas a la otra habitación, y se la puse intentando no despertarla. Fue fácil, se dejo hacer y cuando la volví a tumbar en la cama se hizo un ovillo y se giro hacía el otro lado.

Me quede un rato mirándola hasta que decidí bajar a la cocina, había dejado el móvil en la isla porque después de mi reacción ante que Hunter fuera a vivir con ella el móvil no estaba entre mis prioridades.

No asimilaba todavía que tuvieran tanta confianza como para pedirle ese tipo de favores pero al fin y al cabo tenían un tatuaje en común y estuvo en un momento malo en su vida, quién soy yo para decirle nada a ella. Si ella acogía a Hunter yo no podía hacer nada, no quiero hacer nada... son amigos y lo estoy aceptando aunque me cueste, en unas ocasiones más que otras.

Tanteé a ciegas la isla hasta que cogí mi móvil y me dirigí al salón, una vez allí encendí una pequeña lampara que tenía para iluminar un poco de la estancia.

Lo primero que hice fue revisar los mensajes de texto, Blanca me solía mandar alguno para contarme como iba la situación pero últimamente estaba desaparecida. No sé dónde se estaba quedando y eso me tenía en ascuas de si le había pasado algo, la noche no es fácil para las chicas hoy en día aunque sea machista es la verdad y nunca me perdonaría que le pasará nada.

No tenía ningún mensaje de Blanca pero si un par de Hugo y de Aaron.

CHAT DE HUGO

Está en la ciudad.

La muy zorra se ha presentado en el bar dónde estoy y se ha sentado a mi lado en la barra.

No sé lo había dicho a mi amigo, no sabía cuanto se iba a quedar y tampoco le hacía bien saberlo. No habían quedado nada bien, yo siempre los imagine casándose y con muchos hijos pero me equivocaba.

CHAT DE AARON

¿Vas a venir a cenar?

Ya veo que no, ¿y a dormir?

Ya veo que tampoco, bueno pues pásalo bien con Sara.

Supongo que le habrás contado tu situación, me alegro que os haya ido tan bien. Ves como no era para tanto y ambos habéis madurado.

No me había fijado en la hora hasta que vi que el mensaje de mi hermano entrar en la bandeja de notificaciones, son las 7 de la mañana.

No me moleste en leer el mensaje de mi hermano, seguro que es pidiéndome dinero o exigiéndome explicaciones por no dormir en casa o alguna cosa rara que siempre hace para enfadarme.

No sabía a que hora se levanta Sara para ir al trabajo, solo sé que entra a trabajar a las 9 así que tampoco se podía levantar mucho más tarde si quiere llegar a tiempo.

Me acerqué a la cocina y empecé a preparar un desayuno básico, unas tostadas, café y en dos vasos eché un poco de zumo.

La verdad que parece como si no hubiera habido distanciamiento entre nosotros, como si no nos hubiéramos abandonado el uno al otro o como si los años que no estuvimos juntos no hubieran existido. Ahora mismo parece que somos una pareja feliz viviendo juntos y sin ningún tipo de problemas cuando en realidad somos dos adultos encontrándose con su amor del pasado sin vivir juntos y con algún que otro problema.

Siempre serás tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora