Rodrigo
- ¿Se puede saber por qué quedamos en un gimnasio?- le pregunté a Aaron.
- No te puedes perder lo que estás a punto de ver.
No sabía que tenía que ver dentro del gimnasio de Mario con tanto ímpetu pero aún así no objete nada más y entre con él.
- Te podías haber puesto algo más... cómodo.- dije yo al ver que iba en vaqueros y con un polo negro.
- Venimos a observar.- dijo él avanzando hacía el ring que se encontraba al fondo de la sala.- Pero tú parece que te lo has tomado enserio.
- Estaba a punto de entrar al gimnasio de verdad.- dije con obviedad.
Enseguida enfoqué una escena que me sacó una carcajada limpia y sonora.
Lola encima del ring peleando contra Carmen mientras que Sara se encontraba dando golpes a un saco.
Tenía que admitir que su técnica es bastante buena aunque comparada con la de sus amigas podría ser campeona del mundo solo con su mirada. Hunter aguanta el saco mientras de reojo mira hacía la pelea que tiene lugar detrás de Sara.
Aaron se empieza a reír y los presentes de percatan de nuestra presencia.
- Creo que por hoy ha sido bastante.- dijo Mario saltando las cuerdas.
- Ahora que le había cogido el truco a esto.- dijo Lola con cara de fastidio.
- Creo que sí.- dijo Sara ocultando una sonrisa.- ¿Subimos?
Hunter asiente y se acerca a una bolsa para sacar unos guantes iguales a los de Sara pero algo más gastados.
- ¿Qué os trae por aquí?- pregunta Mario con Carmen y Lola por detrás discutiendo.
- Nada, Aaron me dijo de pasarnos por aquí.- dije sin más encogiendo los hombros.
- Viene a ver el combate del año.- dijo Lola.- Yo también quiero pegar como pega ella.
- No esperes que yo te enseñé.- dijo Aaron casi sin mirarla.
- Es que yo lo hago muy bien.- respondió ella con una sonrisa de oreja a oreja.
Mario y yo carraspeamos a la vez para después centrarnos en el ring.
Capté en el momento que Sara pasaba entré las cuerdas y luego da un par de saltos para calentar. Lo había hecho como si lo llevará haciendo toda la vida.
- ¿Estás seguro de que no ha sido boxeadora en algún momento?- me pregunta Aaron en un susurro.
- Ha aprendido del mejor.- dije yo.
Hunter me enseñó muchos trucos de boxeo, algunos más limpios que otros a los ojos de la federación pero como en nuestras peleas no había federación creo que da un poco igual lo limpio que seas con tal de ganar el combate.
- Modesto baja que sube Rodrigo.- me dijo Carmen con cierto tono de burla.
- Yo no la enseñé, fue Hunter.- dije rápido.- Él también me ha enseñado muchas cosas. A pesar de su poca paciencia parece que si es bueno enseñando.
- Su paciencia no es su fuerte.- dijo Mario.- Pero no he escuchado ni una sola voz hacía ella en dos horas que llevamos entrenando.
- ¡¿DOS HORAS?!- gritó Lola.- Madre, pero si ya he hecho más deporte que en toda mi vida.
Todos nos quedamos mirándola pero enseguida volcamos toda nuestra atención en Sara y Hunter que ya habían empezado a soltar algunos golpes.
Era un entrenamiento así que Sara trataría de soltar los máximos golpes acertando sin soltarle el golpe con toda su fuerza o sin llegar a tocar a Hunter. Hunter trataría de esquivarlos y que ella esquivara los suyos con éxito.
ESTÁS LEYENDO
Siempre serás tu
Roman pour AdolescentsHan pasado años desde que Sara abandona a Rodrigo en el aeropuerto. Durante esos años Sara ha terminado su carrera de arquitectura en Inglaterra, se mudó a España y ahora vive en una gran casa con vistas al mar que está en una urbanización lujosa y...