- Buenos días señorita Evans.- dice Sandra ofreciéndome la llave de la oficina.
Entro en mi oficina y me dejo caer en la silla soltando una gran cantidad de aire por la nariz, por fin es viernes y me quedaba por delante un maravilloso fin de semana que pasaría en la cama viendo alguna serie.
- La veo muy relajada señorita Evans.
La voz de Aaron hace que me siente bien en la silla y entrelace ambas manos encima de la mesa.
- Buenos días señor Pérez.- pongo la mejor cara de niña buena que se puede poner a las 9 de la mañana con 4 horas de sueño.- Cuando llegué me quedaban 5 minutos para las 9 y...
- No pasa nada, es viernes. No has estado la semana completa pero has trabajado duro estos 3 días.
- ¿Sigo con los planos del hotel antiguo?
Cuando Aaron abre la boca para contestar, mi móvil suena como lleva haciéndolo toda la noche desde que abandoné ese bar de mala muerte.
Silencio el móvil para no colgar directamente la llamada mientras lo guardo en uno de los cajones de la mesa.
- Perdone, se me ha olvidado silenciarlo. ¿Qué iba a decirme?
Cuando Aaron vuelve a abrir la boca para responderme, su móvil suena como lo ha hecho el mio un minuto atrás. Mira la pantalla y frunce el ceño para después colgar y guardar el móvil en uno de los bolsillos de su pantalón.
- ¿Era Rodrigo quién te ha llamado antes?
- Sí.
Se genera un silencio incómodo entre ambos que se rompe gracias a unas voces que tienen lugar fuera de mi oficina.
No sé quien será el hombre de las voces pero doy gracias al cielo por dejar de ser centro de atención y que me jefe haya salido como alma que la lleva el diablo de mi oficina.
- Se puede saber que griterío es este a las 9 de la mañana en mis oficinas.
La voz de Aaron se torno más seria y grave, como si estuviera irritado aunque yo también lo estaría si tuviera unas oficinas y se estuviera haciendo una escena con tal voces.
- Que ella no me coja el teléfono lo puedo entender pero que mi amigo me cuelgue el teléfono, no.
Y como no, esa voz me era tan familiar que no me hacía falta asomar la cabeza para saber quien era. No puedo creer que se haya presentando en mi puesto de trabajo.
- Por favor pasa y hablemos las cosas sin gritos.- la voz de Aaron es más serena que antes, como si quisiera calmarlo pero a la vez tener el control de la situación.
- Quiero verla.
No quería montar una escena en mi trabajo pero si con verme se iba a calmar y poder hablar como una persona civilizada, saldré para poder empezar a trabajar.
Ayer dije todo lo que llevaba dentro desde hace un tiempo y me fui, tiré la piedra y escondí la mano. Se merecía una explicación sobre lo que paso ayer en ese vestuario.
Abro la puerta de la oficina y salgo decidida pero ya no hay nadie en esa pequeña recepción antes de las oficinas y la sala de descanso.
- Están en la sala de descanso, Aaron me ha mandado retirarme de mi puesto hasta nuevo aviso. Si necesita algo llame al número de recepción del recibidor y yo misma subiré para atenderla.
Asiento y veo como recoge sus cosas a la velocidad del rayo para marcharse, en verdad si no conociera a Rodrigo y hubiera visto la escena que acaba de montar en un segundo yo también recogería todo tan rápido.

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Siempre serás tu
Teen FictionHan pasado años desde que Sara abandona a Rodrigo en el aeropuerto. Durante esos años Sara ha terminado su carrera de arquitectura en Inglaterra, se mudó a España y ahora vive en una gran casa con vistas al mar que está en una urbanización lujosa y...