Siempre serás tu

CAPÍTULO 28.

- ¿Algún documento más que tenga que firmar o esto es todo por un largo periodo de tiempo?- pregunto Hunter mirando el móvil, como había hecho durante toda la reunión.

- Un par de documentos antes de empezar a construir, son para el consentimiento de que pueda entrar en la propiedad mientras tu no estés y el consentimiento dura hasta final de obra.

- ¿Solo tú vas a supervisar la obra?- no era una pregunta de que no me viera capaz si no para picarme, él sabía que era capaz de dirigir una obra perfectamente.

- ¿No me ves capaz?- le desafíe con la mirada, como él me había enseñado.

- Tenemos muchos proyectos ahora mismo y la señorita Evans está perfectamente capacitada para controlar su obra.- hizo una pausa como buscando las palabras adecuadas.- Pero si tiene algún problema con ella durante el proceso puedes solicitar el cambio de arquitecta e iría yo.

Aaron no había pillado nuestro cambió de miradas y lo prefiero así, no quiero que le cuente nada a Rodrigo que pueda hacer estar a la defensiva otra vez. Me encanta estar con él sin discutir o sin tener ganas de matarlo cada 2 por 3, me encanta reír o poder tomar una cerveza sin montar un espectáculo.

- Tranquilo señor Pérez, estoy más que seguro que ella lo hará mucho mejor que nadie.

Recogí los papeles del contrato junto a los planos mientras Aaron hablaba con Hunter de manera muy animada, como si Aaron hubiera olvidado que Rodrigo no puede ver a Hunter. Me parecía muy raro que no lo supiera porque presenció la escena de la comida, donde todavía estaba en mi mundo respecto a Hunter, donde Rodrigo le tendría que haber explicado algo o simplemente que Rodrigo le haya dicho que no puede con él.

- Sara descansa, tienes la tarde libre.- mira mis cosas ya listas.- Aunque ya veo que un pajarito te lo ha dicho, pásalo bien y relájate que de esto ya me encargo yo.

- Cualquier cosa que necesites tienes mi número.- dije, no quiero que se piense que soy una desentendida del trabajo o por ser amiga de un amigo del jefe tengo privilegios.

- Nada, no te preocupes.- me dijo mientras nos abría la puerta a ambos para que pasemos.- Adiós, y no discutáis mucho.

- Adiós Aaron.- dije con una sonrisa.

Miro el teléfono para ver si tengo mensajes o algún correo electrónico importante, pero no hay nada, mientras Hunter camina delante de mi con el móvil en la mano.

- ¿Podemos hablar o tienes algún plan hecho?

Su actitud no era de una persona sobrada o de tener la situación controlada, como me tenía acostumbrada, si no se le notaba nervioso como si no supiera que pasará a partir de ahora.

- Podemos hablar, tengo 5 minutos.

En realidad quedaban 10 minutos para la hora estipulada por Rodrigo pero no quería que se cruzaran así que tengo que acabar con Hunter antes de que Rodrigo se presenté en la planta baja.

- Necesito hablar contigo más que 5 minutos pero ahora te puedo informar y pedirte un favor, o más bien hacerte yo un favor para que compruebes lo que te voy a contar.

- ¿De que hablas Hunter?

- Rodrigo se va a encargar de las carreras y de las peleas, así que si un día pillan alguna y llegan al organizador...