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—¿Butch? —Al voltear en dirección a donde apuntaba la mirada de su hermano mayor, Boomer comprendió todo casi de inmediato—. ¡Oh, mierda!
—¿Qué? —cuestiona el pelirrojo con algo de exasperación al no entender lo que ocurría. El rubio le apunta a algo con el dedo—. Ay, madre...
Buttercup está en el parque de la ciudad. Sentada en un banco. Con un helado de chocolate en su mano. Junto a un chico. Con una enorme sonrisa.
Las venas del moreno comienzan a marcarse a todo el largo de sus brazos mientras aprieta el volante feroz y su mandíbula se tensa peligrosamente.
—Butch, ¿t-te sientes bien? —Brick toca con sumo cuidado el hombro del susodicho, sabiendo lo realmente insoportable que puede llegar a ser su hermano si lo molestan, y más en una situación de esa clase.
—¡Ahora vuelvo! —gruñe finalmente, para seguidamente desabrochar su cinturón y bajar a toda prisa del auto.
—¡Butch, tranquilízate! Seguramente no es lo que... —Su hermano lo ignora y sigue avanzando en dirección al par de adolescentes— parece.
—Por un carajo. ¡¿Qué vamos a hacer, Boomer?!
—N-no tengo idea... Deja que piense con claridad. —Coloca sus dedos índice en sus sienes a modo de meditación y cierra los ojos, relajado. Brick lo mira incrédulo.
—¡No hay tiempo para eso! —espeta para después soltar un suspiro de resignación—. Supongo que habrá que ir a detenerlo...
—¡No! Todo menos eso.
—Boomer, si dejamos que Butch se acerque a menos de medio metro de ese tipo, terminaremos yendo los tres a la cárcel por homicidio en primer grado —asegura.
—Butch no haría algo así. —El pelirrojo ladea la cabeza y lo observa con los ojos entrecerrados, como si quisiera preguntarle "¿en serio?"—. B-bueno... Butch ya tiene experiencia con las prisiones, ¿o no? Ya ha estado allí una vez.
—¡Concéntrate, baboso! —Lo toma por el cuello de la camisa y lo sacude de un lado a otro para tratar de hacer que reaccione—. ¿Por qué no crees que haya que ir a por él?
—Porque sólo complicaría las cosas. —Le hace entender—. Además, tú y yo estamos aquí, de cerca. Si algo saliese mal, tan solo tendríamos que salir corriendo a detenerlos.
