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—¿Q-qué? —Traga saliva, nervioso—. Repite lo que has dicho...
Ella por su parte, siente cómo su corazón se acelera y aparta la mirada, sintiéndose estúpida al haber hecho dicha declaración inconscientemente.
Ambos quedan en un silencio sepulcral en el que la incomodidad se apodera frenéticamente de ellos. Y al parecer, sus actitudes y miradas los delatan.
—Buttercup, por favor...
—¿Cuál es la diferencia... —murmura— en decírtelo o no?
Él enarca una ceja, y un aire de inquietud lo invade.
—¿De qué estás hablando? ¿A qué te refieres con...?
—¡¿Cuál sería la maldita diferencia?! —profera de la nada, apretando los puños a causa de la rabia—. Aún si te lo volviera a decir... no cambiaría en nada. —Agacha la mirada y un par de lágrimas bajan hasta su barbilla. Al verla en ese estado, tan indefensa y apacible, a Butch se le forma un nudo en el estómago.
—¿Por qué dices eso? —inquiere al no saber cómo manejar correctamente la situación. La morena suelta una risita de incredulidad y se pasa el dorso de la mano en la mejilla para eliminar toda evidencia de su reciente llanto.
—"Por qué", dices. —Las piernas le comienzan a fallar debido a la tensión y al tambaleo evidente de estas—. Creí que eras más listo. Blossom siempre me contaba cosas buenas sobre ti que yo jamás creí. Pero, ahora... tengo una visión totalmente diferente de Butch Caldwell.
—¿Y qué piensas sobre él exactamente? —Buttercup cierra los ojos y trata de regular su respiración por lo menos un poco.
—Ya te dije; no cambiará nada si te digo lo que pienso. Así que prefiero guardármelo para mí misma —Butch finalmente sonríe y se cruza de brazos, ya un poco más relajado.
—¿Y dejar que el secreto muera contigo? —La cuestiona con un tono divertido, tratando de levantarle el ánimo—. Qué orgullosa eres. No has cambiado ni una pizca desde que te conocí, y eso me gusta. Pero...
—Siempre tiene que haber un pero.
—...necesito saber qué sientes por mí. Y quiero que seas sincera. —Da un paso hacia adelante, acortando la distancia entre sus cuerpos, cosa que no ayuda a calmar el nerviosismo de la joven.
