Bienvenidos al Mundo del ISO (International Security Organization)
Una joven mujer se adentra al Mundo del ISO pasando por diferentes situaciones tras conocer a dos hombres.
Hombres cuya inteligencia y preparación sobrepasaba a cualquier ser humano...
●• Dedicado a sranorthsofia que me ha ayudado a editar los primeros capítulos de la historia. Mil gracias, cariño •●
ADVERTENCIA al Final❤⚠
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Aspiré profundo y cerré los ojos apoyándome por el borde de la mesa, pacientemente esperando los resultados de la prueba de embarazo. Estaba aterrorizada.
¿Y si salía positivo? ¿Cómo resolveríamos los tres esto?
No me imaginaba que pensaría cada uno al enterarse que el otro es el padre del bebé. Y ese era el mínimo del problema, porque quiero pensar que tuvieron en cuenta aquello cuando decidieron compartirme, no sobre el embarazo inesperado en sí, sino que pasaría tras ello.
Pero el problema más grande era Arthur. Me dolía el pecho de tan solo imaginar una expresión de decepción en su rostro.
Yo amaba a Hans y William, y estaba segura de ello, pero Arthur nunca dejará de ser el hombre más importante en mi vida. Prefería mil veces que aceptara primero mi relación con ambos, que un embarazo inesperado y que no supiera cual de los dos era el padre, porque al salir positivo esta prueba, ya no me callaría, le diría absolutamente toda la verdad.
Tomé con los dedos temblorosos la prueba y volví a suspirar cerrando los ojos. Justo al momento que iba a verlo...
— Agnes — me sobresalté y abrí los ojos desmesuradamente al escuchar su voz. No puede ser. Me giré lentamente escondiendo la prueba en mi bolsillo trasero.
— Hans — apreté mis labios — ¿No te había dicho que te anunciaras con anticipación? — se quedó mirándome.
Si algo había aprendido de Hans en este lapso de tiempo, es que si se quedaba estado robot analizando, es porque sospechaba de algo o directamente ya lo sabía.
Se acercó a mí lentamente y más nerviosa no me pude poner. Levanté la cabeza a causa de su enorme tamaño para poder verlo directo a los ojos.
— ¿Tienes algo que decirme? — Hazte la idiota.
— Nop — me encogí de hombros — Pero hablando en serio, Hans, un día de estos puedes causarme un infarto — enchinó los ojos con el rostro flemático.
— El ascensor emitió un pitido, no sé que más quieres — dió otro paso acercándose — ¿una batucada o un mensaje de texto? — Su humor negro no me hizo ninguna gracia.
— Muy gracioso — tomé su mano — El sarcasmo no va contigo. — Levantó una ceja y mordí la parte inferior de mi mejilla ante sus siguientes palabras.
— Y las mentiras contigo — Joder, lo sabía, sabía que ocultaba algo — ¿me lo dirás tú o lo averiguaré yo? — negué frunciendo el ceño.
— ¿Qué crees que escondería? — reí nerviosa — Tranquilo Super Agente, que no tengo conocimiento sobre bombas atómicas, ni nada por el estilo — Intenté salir de su entorno, de su espacio personal, pero no me lo permitió. Su mano viajó a mi cintura deteniéndome. No lo miré, me quedé observando al costado inquieta.
