Bienvenidos al Mundo del ISO (International Security Organization)
Una joven mujer se adentra al Mundo del ISO pasando por diferentes situaciones tras conocer a dos hombres.
Hombres cuya inteligencia y preparación sobrepasaba a cualquier ser humano...
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Agnes Ivanova.
Los dolores de cabeza empeoraron con un sonido infernal emitido a un costado mío, y sin estar del todo despierta logré ver hacia el gran ventanal percatándome de la oscuridad de la noche, con la luna iluminando las inmensas montañas.
Lo primero que sentí fue la pesadez de mi cuerpo.
Me sentía entumecida y con dolores de cabeza. Cuando iba a empezar a maquinar la razón de mi estado, los constantes sonidos regresaron a aturdirme, y esta vez me di cuenta de que se trataba de mi móvil.
Este estaba haciendo algo inusual, la pantalla se prendía y apagaba emitiendo una luz turquesa muy fuerte. Me levanté de la cama y con cuidado y esfuerzo lo tomé en mis manos fijándome en la pantalla.
Mensaje encriptado.
Patrón no rastreable - 15 Segundos.
"Te tendré pronto Rojita, e iremos muy lejos de aquí, lejos de todos"
Para mí el resto fue acción en cámara lenta, los tímpanos parecieron cerrarse y una oleada de nauseas me abrumó por unos segundos.
Mi móvil cayó al piso, y todo mi mundo con ello.
Solté un gemido desesperante agarrándome de la cabeza ante el dolor insoportable por el que estaba pasando, y al cerrar los ojos todo regresó a mi mente. Como si se tratasen de flashbaks, las imágenes en mi memoria fueron apareciendo y aclarándose; impactándome con informaciones difíciles de procesar.
Yo en los terrenos alejados de la Central siendo atacada. Una jeringa por el cual se me fue administrada una sustancia desconocida. Una parálisis momentánea; y una amenaza.
Abrí los ojos de golpe.
Te llevaré pronto rojita, y ella también se irá con nosotros. Mientras tanto disfruta este tiempo que decido darte. Disfrútalo con ella. Lo sé todo, y los voy a matar.
Están entre nosotros.
Jadeé.
Viene a por mí, por Hans y William, y por otra persona.
Lloré sin poder controlar, lloré recordando sus últimas palabras. Todo este desenlace de agotamiento físico ya no era solo por lo que estaba recordando, sino por el estrés, el miedo, la incertidumbre.
No puede ser... no puede ser... Está entre nosotros, Por Dios, van a atacar la central.
Apreté mis manos en puño ante otro recuerdo.
"Proyecto ZHYTA"
Lo poco estable que quedaba en mi ser se desboronó. Si el sentir angustia porque me atacaron y amenazaron era devastador; esto terminó en un colapso inminente. Todo mi cuerpo se tensó y fui de espaldas hacia atrás y golpeé con fuerza mi cabeza dejándome atontada.
