│• Colapso •│

27.5K 3.1K 2.5K
                                    

Agnes Ivanova

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Agnes Ivanova.

— Despierta — abrí lentamente los ojos, pero la luz me cegó por completo y los cerré de nuevo con fuerza.

Sentí mi cuerpo ser estirado hasta sentarme sobre la superficie cómoda. Los mareos fueron peores con cada segundo sumado, me dolían los ojos y la cabeza por culpa de aquello, y a pesar de todo eso, una extraña sensación me recorría el cuerpo.

— Abre los ojos — su voz hizo que la mente se me aclarar y como si todo el peso del mundo se me fuera a la espalda, abrí los ojos tensándome por completo.

Mi cuerpo comenzó a temblar mirándolo de arriba a abajo sintiéndome paraliza por el terror que producían los recuerdos. Miré a la nada destrozada, negándome a emitir alguna palabra al respeto.

— Estás curada, el veneno ha dejado de debilitar tus órganos vitales, y en su lugar, el antisuero te está proveyendo energía para tu pronta recuperación, de lo contrario estarías postrada en la cama aún — una lágrima cayó de mis ojos — No iban a encontrar la cura, si no tenían la sustancia original para estudiarlo. Siempre dependiste de mí, Agnes, hora me debes la vida y así lo quieras o no, me perteneces cuál objeto, dispuesta a acompañarme en lo que viene — seguí sin mirarlo — cambiarás, y tampoco dependerá de ti.

Decían que ser fuerte cualquiera podía, decían que de uno dependía el lograr lo que quiere. Me menosprecié diciendo que no valía nada, que cualquiera era mejor que yo en muchos sentidos, pero me cuestiono a mi misma tal cosa

¿Quién habría llegado en donde yo estoy, por todo lo que he pasado?

No pretendo animarme, porque eso es un caso perdido, pero quisiera realmente conocer a una persona que ha pasado tanto y felicitarlo.

Hay diferentes causas del dolor, pero todos seguimos sintiendo al fin al cabo, todos seguimos sufriendo sin importar el factor que ha llevado al desenlace doloroso.

Yo más que nadie sé lo que se siente y mis felicitaciones sería por aquel ser humano que decidiera seguir, porque yo, ya no puedo y quiero hacerlo.

Mi cuerpo no para de temblar y sé que es un efecto colateral de lo que él me hizo. No me siento como antes, siento realmente que no vale la pena seguir y menos si su plan es arrastrarme junto a él. No quiero nada de él, y mucho menos lo que indirectamente me estaba prometiendo.

Y él sabe que siempre priorizaré a las personas inocentes que, a mí, se lo he dejado en claro, así me haya destrozado en el proceso.

— Ahora sufres y lo harás de nuevo — volvió a hablar — yo te lo estoy asegurando, pero luego verás que te sentirás en el paraíso, como la Diosa física que eres, dueña de un poder, de un aposento y todos rindiéndote respeto.

Está loco...

Miré la bata que llevaba y tomé la sábana cubriendo mis piernas y aferrándome a ella con fuerza.

N U E S T R A (Míos #1) En Edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora