│• Reincidencia •│

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●•Me ha encantado el resultado del Capítulo anterior. Gracias❤•●
《Depende de ustedes》
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 Gracias❤•●《Depende de ustedes》♪

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Agnes Ivanova.

Escuché ecos de voz a mi alrededor que hicieron que mis sentidos fueran despertando poco a poco. No sabía dónde estaba, por qué o cuando, en su lugar una paz interior me consumía, cuyo rol me permitía sentirme relajada como si en mucho tiempo no lo hubiera estado.

Una caricia sobre la piel de mi mejilla hizo que me tensara, y eso bastó para que mi cuerpo lanzara dolores en cada parte de ella, regresándome a los recuerdos, la cruel realidad y lo sucedido.

— Abre los ojos, soy papá, cariño — lo hice y la luz me cegó, volví a cerrarlo y parpadeé varias veces para acostumbrándome a ella. Suspiré aliviada al reconocerlo.

— Grace... — pronuncié cerrando los ojos cansada — Grace ¿Dónde es-stá?

— Aquí estoy — giré con lentitud mi cabeza hacia la derecha y la hallé acostada sonriéndome. Parecía haber despertado recién — de vuelta juntas — tragué saliva y quise dormir de nuevo.

Ella está bien.

Arrugué el entrecejo y apreté mis párpados con fuerza soltando una respiración temblorosa. El dolor físico no se comparaba al dolor que sentía en mi pecho. Tranquiliza tus pensamientos, él ya no está aquí para hacerte daño.

— Arthur — tomó mi mano y dejó un beso en ella con dolor — él... él...

— Lo sé, pequeña — dejó otro beso en mi frente — y pagará con sangre todo lo que te hizo — llevé mi mano a su rostro para asegurarme que estaba conmigo y esto no era un sueño.

— ¿Me sigues queriendo? — pregunté llorando desesperada de saber su respuesta.

— Yo jamás dejaría de amarte — asentí soltando un sollozo mientras un escalofrío recorría toda mi espalda — Te amo — susurró. Elliot llegó junto a mí y acarició mi mejilla.

— Elliot — lloré — Elliot, tenemos que regresar — hipé mirando al techo — tienen a niños en su nave.

— Tranquilízate — negué — mira, te prometo que lo encontraremos de nuevo... pero ahora necesito ver a mi niña recuperada — no me entiende. Ellos se desquitan con Herbert, lo mataran si no llegamos a tiempo y no me perdonaré eso, no lo haré.

— No — miré a Grace desesperada.

Ella sostuvo su estómago y se enderezó con cuidado adolorido.

— Tienen a un niño de seis o siete años, una niña de once y una adolescente de diecisiete años — jadeó recostado su cabeza sobre la almohada — Caleb me había dicho que las niñas fueron raptadas, pero que el niño al parecer fue vendido por sus padres. Las primeras son rusas y el niño es alemán.

N U E S T R A (Míos #1) En Edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora