18.- Libertad por una noche

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Las chicas estaban terminando de alistarse para ir a ver la pelea de Momo. Chaeyoung y Mina estaban más nerviosa de lo normal. Habían sido testigo del esfuerzo que había colocado su hermana mayor para poder llegar en optimas condiciones a la pelea. Momo les había contado que estaba muy estresada en el trabajo, que Sana no le estaba poniendo las cosas fáciles, que la hacía sentir mal. Como si hubiese hecho algo, ni siquiera le hablaba. Así que, cuando supieron que Sana no tenía pensando asistir a la pelea Mina decidió conversar con ella.

-Con permiso – Mina tocó la puerta y entró al cuarto de Sana. La chica estaba sentada en su sofá leyendo un libro - ¿Ocupada? – Sana cerró el libro y se levantó.

-No, ¿Ocurre algo?

-La verdad es que no debería estar haciendo esto. Si Momo se entera probablemente me mate.

-¿Qué tiene que ver Momo con lo que me quieres decir?

-Deberías ir a la pelea – Sana se quedó en silencio – creo que se lo debes. Momo jamás fue de contarnos sus cosas, es algo reservada. No le gusta que nos preocupemos, pero está semana fue distinta. Nos dimos cuenta de que no era solo su cuerpo lo que se cansaba, si no que también, su cerebro. Nos tuvo que contar que lo estaba pasando pésimo en el trabajo, que era insoportable toda la carga que le ponías sobre sus hombros cuando ni siquiera el enseñaste apropiadamente lo que tenía que hacer y cómo utilizar ciertas herramientas.

-Yo...

-No vengo hasta acá para pedirte excusas por tus inapropiados métodos de tratar a tus trabajadores, porque es lo que es Momo ahora estando en la empresa de tu padre. Deberías poder separar las cosas. Simplemente anda, se lo debes. Debes disculparte con ella. Momo no te ha hecho nada.

-Lo sé ¿Ok? Lo tengo claro.

-¿Entonces porque le haces la vida imposible?

-Estoy tratando de descifrar muchas cosas de mí en estos momentos Mina. Te pido disculpas por cómo traté a tu hermana y te puedo prometer en este mismo momento, mirándote a la cara que jamás volveré a hacerlo, pero no puedo responder a tú última pregunta.

-Nunca le haces frente a las cosas – Sana sabía perfectamente de lo que estaba hablando Mina – hace años tampoco hiciste nada.

-Creo que hicimos una promesa de jamás volver hablar del tema.

-Lo hice dos días después de que ocurriera todo, claramente estaba confundida y pasando un mal momento.

-De todas formas, eso no tiene nada que ver con esto – ambas chicas se quedaron mirando – realmente me caes bien, creo que podemos tener una increíble relación, pero deja de hablar de eso. Sé que te duele.

-No, no lo sabes.

-Lo sé, lo sé – Sana se acercó a Mina – iré a la pelea, dame 5 minutos para arreglarme.

-No sé cómo puedes vivir contigo misma todos los días.

-Créeme, no quieres saberlo – ambas chicas se quedaron mirando en silencio durante algunos segundos – supongo que el destino se encarga de ponerme de frente siempre a todos mis errores.

-Soy más que un error en tu vida, soy un crimen.

-Y no sabes lo culpable que me he sentido todos los días de mi vida desde que te vi por primera vez en esa fiesta. Realmente lo siento Mina, lo siento mucho – Mina se sentía rara, jamás pensó que podría obtener esas palabras de Sana, la misma chica que conoció hace algunos años atrás en una fiesta que cambiaría la vida de las dos chicas – lo siento tanto, que cuando te vi la primera ves entrar por la puerta de mi casa, me dije que tomaría esto como una oportunidad. Creí que me costaría más llegar a ti, pero todo fluyó muy bien entre las dos. Incluso hacíamos bromas y nos reíamos de lo que decía la otra.

A merced tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora