43.- Ni te imaginas

337 42 3
                                    

Después de que sus hermanas, Nayeon, Tzuyu y Eunbi las fueran a dejar al aeropuerto, Sana y Momo entraron al sector de vuelos internacionales para esperar mientras les daban el pase para abordar al avión. Las dos chicas estaban muy emocionadas.

-Ya que estamos a punto de abordar, creo que debo ser sincera contigo – Comentó Sana mientras Momo volteaba para mirar su rostro – te mentí.

-¿Con qué?

-No es un viaje de trabajo, no tengo nada que hacer en Japón, todo lo solucioné vía email.

-¿Entonces?, ¿Qué hacemos acá?

-Revisando cajas de mi padre llegué a tus papeles de adopción. Leí más de la cuenta, así que debo pedir perdón por eso primero – Momo tomó la mano derecha de Sana con la izquierda de ella – ahí supe que estarías de cumpleaños la próxima semana y por mi cabeza no pasó nada más que querer estar contigo a solas. No iba a soportar tener que ver que te fueras en la noche con Eunbi. Así que este viaje a Kioto es para las dos. Más bien un regalo para ti. Adelantado.

-Sana...

-Sé que está mal, no tendría que haberte engañado para traerte, siempre me dices que sí a todo.

-Tampoco te acostumbres.

-Así que... espero que podamos celebrar tu cumpleaños como corresponde.

-Amarás Japón, es mucho más liberal que Corea.

-Lo sé, amo sus fiestas.

-Es bueno escuchar eso, necesito una fiesta urgente.

-Tengo que contarte algo también.

-Soy toda oídos.

-Pero cuando lleguemos al hotel – Sana y Momo se miraron – realmente esperaré hasta llegar al hotel Sana, no me coloques esa cara.

-Está bien, está bien.

-¿Has hablado con Minoh?

-No mucho la verdad. Me manda mensaje todos los días, a cada hora.

-¿Por qué no se los respondes?

-No puedo, de verdad necesitamos tiempo alejados.

-¿Crees que se terminarán casando de todas formas?

-No lo sé, es lo que menos me importa – Momo sonrió - ¿Por qué sonríes?

-Porque es primera vez que te escucho realmente indiferente en cuanto a tu matrimonio.

-Probablemente Daniel lo esté amenazando con que si no me caso el dirá sus secretos a la prensa y cosas así. Daniel es bueno en los negocios, pero no sabe administrar el dinero de nuestra empresa. Sólo lo gasta en fiestas, propiedades, mujeres, drogas, armas. Es un imbécil.

-Espero que Minoh no se deje llevar por Daniel – Sana trató de mantenerse neutra ante esas palabras. Ella sabía que Minoh había violado a Mina también y se lo estaba ocultando a Momo por dos razones. La primera, es que Sana sabía que se terminaría casando con Minoh si o sí. Nada cambiaría eso. Amabas familia lo sabían. El acuerdo que estaba de por medio era superior a lo que Sana estaba comenzando a sentir por Momo. Y la segunda, es que sabía que al decir la verdad Momo se alejaría de ella por ocultarle información importante acerca de una de sus hermanas. Eso jamás se lo perdonaría. Sana lo sabía. Habían pasado algunos meses juntas viviendo bajo el mismo techo, era consciente del amor y cariño que Momo sentía hacia sus dos hermanas. Cualquier persona que las dañara. Ya sea física o incluso mintiendo, Momo se encargaría de hacerles la vida imposible.

-¿Nunca te gustó Minoh? – Momo sonrió ante esa pregunta.

-Claro que no, siempre he estado con mujeres Sana. Me gustan las chicas, soy muy lesbiana – Sana se largó a reír ante la confesión tan honesta de la japonesa.

A merced tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora