60.- FINAL PRIMERA TEMPORADA

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LONDRES, ENERO 2027

Momo había pasado toda la noche trabajando. Había completado un turno de 24 horas en la clínica donde trabajaba. Así que, cuando fue consciente de que comenzaba a despertarse y giró hacia el lado derecho de la cama y observó el reloj colgado en la pared, no pudo evitar sonreír al ver que eran las 12 de la tarde.

-Que hermosa es la vida – susurró quedando completamente recostada sobre su espalda mientras observaba el techo y veías las nubes pasar.

-Permiso – La puerta de su cuarto se abrió – hasta que despiertas.

-No creo que te hayas despertado a las 8 de la mañana, después de todo es sábado. Tienes el finde semana libre Nayeon.

-No es que lo tenga libre, yo me los doy libre – la pelinegra que ahora llevaba el cabello corto hasta algunos centímetros más arriba de sus hombros se acostó al lado de Momo mientras se acurrucaba.

-Sigo teniendo mucho sueño – Momo escondió su rostro en el cuello de Nayeon mientras la pelinegra acariciaba su brazo derecho – me están explotando en esa clínica.

-No es culpa de ellos que hayas aceptado ser la encargada de urgencias, aparte te pagan bien, no te quejes.

-No todo es dinero en la vida Nayeon.

-Sí, sí, como digas. ¿Qué haremos hoy?

-No lo sé, ¿Qué quieres hace? – Momo afirmó todo su peso en sus codos mientras miraba a Nayeon.

-Deja de hacer eso.

-¿Qué cosa?

-Coquetearme.

-No te estoy coqueteando, aparte, tú eres la que me coquetea a mí, o debo recordar la vez cuando...

-Cállate, dijimos que no hablaríamos más de eso. Menos ahora que te pusiste de novia.

-¿Puedes creerlo?

-Sí, sí puedo creerlo – ambas chicas se quedaron mirando – eres mi mejor amiga Momo, lo que más deseaba en la vida era que encontraras a alguien que te volviera a ser feliz.

-Yo quiero lo mismo para ti.

-No, no entremos a ese sitio.

-¿Por qué no?

-Porque sabes que el amor no es para mí.

-Yo también decía lo mismo y mírame ahora, soy feliz, realmente feliz. Después de mucho tiempo.

-Prefiero seguir teniendo citas.

-Tienes citas solamente con idiotas Nayeon, al menos las mujeres con las que has salido si valen la pena, pero tú no quieres nada.

-Creo que volveré a mi cuarto.

-Nayeon...

-No Momo, las dos sabemos que no tocamos ese tema. Incluso fue un término para aceptar venir a vivirme contigo.

-Ok, está bien. Lo siento – Momo se levantó de la cama y caminó hacia la puerta donde Nayeon estaba de píe – no te enojes.

-No me enojo.

-¿Qué haremos?

-Iremos a almorzar, tengo ganas de comida italiana.

-Ok, entonces iré a la ducha.

-Hay tostadas abajo en la cocina.

-Gracias.

Nayeon salió del cuarto de la japonesa mientras está sonreía viendo como la pelinegra se alejaba de toda la situación que las rodeaba. Había sido desde hace años. Momo recuerda perfectamente la noche en que volvió a encontrarse con Nayeon. Estaba entrando a su tercer año de medicina, era una de las mejores alumnas de su generación. Estudiaba con beca completa, le pagaban un departamento dentro del campus universitario. Realmente lo tenía todo, pero aún así se seguía sintiendo vacía, cómo si algo le faltara. La japonesa comenzó a creer que hablar de sus problemas con alguien realmente la ayudaría, así que buscó un especialista y su sorpresa fue grande a encontrar entre la lista de psicólogos de un centro de urgencia privado cerca del campus. Al ver el nombre de Taeyeon sólo sonrió y algunos recuerdos del pasado volvieron a sacudirla, cada vez que ocurría Momo sentía que dolía cada vez menos.

A merced tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora