42.- Viernes

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El viernes había llegado en un abrir y cerrar de ojos para Momo. Últimamente venía sintiendo muchos nervios cuando el día de su pelea llegaba. Está vez, no era diferente la sensación que sentía en su estómago. No podía comer ni tomar nada, era desesperante.

-¿Por qué estás tan nerviosa? – preguntó Eunbi quien estaba con Momo en su cuarto – No has comido absolutamente nada.

-Créeme, quiero comer, muero por comer, pero mis nervios no me dejan.

-No tienes que estar tan nerviosa, es una pelea cómo todas las otras.

-Claro que no.

-Momo...

-Tuviste una semana para decirme que vendría un cazatalentos de las universidades de estados unidos, una semana. Y elegiste horas previas para ponerme al día.

-No creí que te afectaría tanto.

-¿Cómo piensas que algo así no me va a afectar? He luchado mi vida entera para tener una oportunidad de este nivel.

-Lo sé, por eso moví cielo mar y tierra para que el cazatalentos pudiera venir a verte.

-No juegues sucio, no me digas que hiciste esto por mí porqué entonces no podré enojarme como quiero enojarme – Eunbi sonrió – tampoco sonrías así.

-¿Por qué te quieres enojar conmigo el mismo día que te vas por el fin de semana a Japón?

-No voy por placeres, voy a trabajar. Debería estar descansando después de la pelea, peor no, iré a trabajar.

-Lo bueno es que tendrás lunes y martes libres.

-Así es – Momo caminó hasta la cama donde Eunbi estaba sentada – lamente haber hecho el intento de enojarme, realmente me pone nerviosa, muy nerviosa. La impresión que se llevé de mí.

-Tú sólo tienes que hacer lo que mejor sabes hacer, por algo estás dentro de las top5 de tu liga. Dos ya perdieron, vamos por e top 3. Sé que lo lograremos.

-Gracias por confiar tanto – Momo se sentía mal, Eunbi no se merecía que ella la engañara de la forma en la que lo estaba haciendo, pero que mas podría hacer. Era la única forma de poder estar con Sana – perdón si alguna vez te defraudo.

-No creo que eso pase.

-Todo puede pasar en esta vida Eunbi, no tienes una idea las coincidencias de la vida con las que nos podemos encontrar.

-¿A qué te refieres? – Eunbi era su chica. Momo era consciente que había cosas que no podía contarle, pero también, habían cosas que la japonesa quería comentarle. Después de todo, quería entregarse por completo a esta relación, sin importar como terminase.

-¿Minoh alguna vez te contó lo que le ocurrió a Nayeon hace un año atrás?

-No. Siempre se supo que algo había pasado. De un día a otro Sana se encargaba de todo al igual que Daniel y nadie entendía el porqué.

-Hace un año alguien abusó sexualmente de Nayeon, no sé quién fue, así que, no me lo preguntes. Es por eso por lo que Sana y Daniel se hicieron cargo de todo mientras Nayeon iba a terapia.

-Ahora entiendo. ¿Pero qué tiene que ver esto con las coincidencias de la vida?

-Mina fue abusada hace 2 años atrás por Daniel – Eunbi se levantó de la cama con las manos en su boca – Mina había comenzado a trabajar de dama de compañía para hombres. En ese trabajo conoció al señor Im y a Daniel. Los dos se enamoraron de ella, pero Mina jamás quiso algo con ninguno de los dos. Daniel comenzó a acosar a Mina y mi hermana siempre lo rechazó, siempre. Entonces, una noche, se encontraron en una fiesta y el maldito la abuso junto con otro grupo de chicos. Claro está, su venganza no terminó ahí. Le mando el video que grabó esa noche a su padre y le dijo que si no lo ayudaba legalmente haría viral el video. El señor Im chantajeo a Mina amenazándola con que, si denunciaba el nos mataría a mí y a Chaeyoung.

A merced tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora