Tzuyu dejó de enviarles mensajes a Nayeon cuando se sentó a esperar a que la llamaran para abordar su vuelo en dirección a Brasil. Quería estar lo más lejos posible de Asia y todo lo que lo rodeaba. Así que no le fue muy difícil tomar la decisión de donde quería ser infeliz y sufrir, por todo lo que había perdido en estos últimos días. Aun estaba algo contusa por toda la situación. Su padre había muerto hace pocas horas atrás. Claramente no había asistido al funeral, su cabeza pensó inmediatamente en Sana, ella era la que se había llevado la carga de todo nuevamente. Debe admitir que se sintió mal, pero luego pensó en todo lo que Sana había ayudado a su padre y a Daniel y no lo entendía. No entendía cómo podía levantarse por las mañanas y ver a la cara a Nayeon después de todo lo que ella sabía y cayó, lo mismo le pasaba con Mina. La había visto tan enamorada de su hermana, tan dispuesta a todo. Claro, menos a decirle la verdad.
-¿Qué acaba de pasar? – se preguntó mientras miraba la pantalla de su celular. Era doloroso verla. Tenía una imagen de bloqueo de ella y Chaeyoung en el antiguo departamento de las japonesas. Tzuyu no pudo evitar sonreír al recordar cada momento que pasaron en ese lugar. Muchas veces era una especie de refugio par ambas, al menos eso creía la taiwanesa, pero después de escuchar de la misma boca de Chaeyoung que enamorarla siempre estuvo en sus planes, todo dolía el doble. Se sentía cómo si hubiese sido sólo ella la que colocó su corazón sobre la mesa. Era una sensación desagradable.
-¿Tzuyu? – la taiwanesa levantó la cabeza y se sorprendió al ver a la detective Sunmi.
-¿Por qué tienes moretones en el rostro? – Sunmi pensó realmente si era necesario contarle todo lo que había ocurrido, pero no lo hizo.
-Cosas del trabajo.
-¿Estás bien?, ¿No te hicieron nada más?
-Tranquila, estoy bien – la verdad era que no lo estaba - ¿Qué haces acá?
-Me voy.
-¿Te vas?, ¿Por qué te irías?
-¿Por qué debería quedarme?
-Tu hermana se casará, supongo que...
-Ese casamiento es un fraude y ya todo el mundo lo sabe, menos ella claramente. Sigue empeñada en hacernos creer que todo esto tiene un fin, pero lo único que quiere, es seguir tratando de vivir su vida normal sin medir las consecuencias de los actos de las personas que tanto defiende. Seguramente creerán que todo quedó atrás con eso, pero no, hay personas como yo, Mina, Nayeon, Chaeyoung y Momo que jamás nos olvidaremos de muchas situaciones que ocurrieron estos días y de todo lo que se dijo.
-Es bueno que no olvides, nunca hay que olvidar los peores momentos.
-¿Por qué estás acá?
-¿De verdad quieres saber?
-Me niego a creer que esto es casualidad – Sunmi sonrió.
-Vine a dejar a Chaeyoung – Tzuyu se quedó en silencio más de la cuenta – creo que tomaron la misma decisión el mismo día.
-¿Por qué se va?
-Creo que todas se van por la misma razón – Sunmi hizo una pausa – jamás quise que tus hermanas y tú se separaran, siempre las admiré a distancia. Siempre se turnaban para cuidarte y jugar contigo cuando eras más pequeña. La verdad es que eras adorable, ellas sólo querían cuidarte y que nada malo te pasara, pero mientras uno va creciendo, las cosas van cambiando y te das cuenta de que no siempre puedes salvar a todo el mundo de los secretos que los rodean, pero aún así, Sana intentó todo lo que tenía a su favor para cuidarte y luego cuidar de Nayeon. No creo que...
-Mi relación con Sana es mía y de nadie más. La verdad es que llegará el momento en que todas nos tengamos que volver a mirar de frente, conversar lo que no se ha conversado y ver que sucede, pero no es mi prioridad en estos momentos.
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A merced tuya
General FictionLa vida de 6 chicas completamente diferentes la una con la otra, da un giro de 180°, al darse cuenta que están mas relacionadas entre si, de los que ellas imaginaban.