A merced tuya

57.- Pérdida

Momo se sentó a esperar a la entrada de la clínica sin entender nada. Se culpaba así misma de no percatarse antes de lo que Chaeyoung planeaba, pero cómo podía hacerlo. Su hermana había mentido a la perfección. A ellas y al resto de las chicas, especialmente a Tzuyu. La persona que se había entregado a ella, le había dado su confianza sin pensarlo dos veces. La taiwanesa la había dejado entrar hasta lo más profundo de su alma, le reveló todos sus secretos y miedos ¿Para qué?, ¿Para romperle el corazón? No lo creía, Momo no quería creer que su hermana menor podía hacer semejante daño. Una parte de ella entendía el porqué, entendía la rabia, la frustración causada por todo el daño que le hicieron a Mina, pero hay formas y formas de hacer las cosas. Su ira, su venganza había hecho que arrastrara a un montón de personas en esto, que muchos secretos salieron a flote sin preguntar si las otras personas querían contarlo.

-¿Dónde está? – la voz de Mina la desconcentró.

-Se fue.

-¿A dónde? – Momo no respondió - ¡A DONDE! – la japonesa gritó.

-No lo sé Mina, no tengo idea donde se fue Nayeon – Momo se levantó - ¿Por qué no nos contaste?, ¿Por qué le ocultaste ese secreto a Nayeon?, ¿Sabes cómo se está sintiendo en estos momentos?

-¿Por qué actúas como si la conocieras mejor que yo? Yo soy su pareja.

-Estás lejos de serlo – ambas hermanas se quedaron mirando - ¿Sabías que Chaeyoung es la razón por la que estuvimos viviendo con la familia Im todo este tiempo?

-¿Qué?

-Acaba de terminar con Tzuyu adelante mío después de decirnos que ella y la detective Im habían planeado todo esto, para vengarse de Daniel por abusar de ti. Chaeyoung encontró un video de tu violación en internet y comenzó a planear todo, incluso enamorar a Tzuyu. Tiene un maletín repleto de papeles que Sana y yo le dimos para que encontrara pruebas para sacar de una vez por todas a Daniel de las empresas.

-No me interesa nada de lo que me estás contando.

-¿Qué?

-Sólo quiero a Nayeon, necesito hablar con ella.

-Mina...

-¿Qué no lo entiendes? La amo, la he amado desde que crucé la maldita puerta de esa mansión y la vi tan vulnerable y traumada. Me enamoré de sus miedos, de sus sueños. Los rotos y los del futuro. Futuro, que debería ser conmigo, a su lado.

-No la puedes obligar, tiene derecho a alejarse de ti después de que le mintieras.

-Me tienes harta – Mina empujó a Momo – estoy harta de ti y tu maldita postura de querer saberlo todo, pero no, no lo sabes todo Momo. Tampoco eres la indicada para dar consejos de amor cuando le has visto la cara de estúpida a la única persona a la que realmente le has importado, a la única persona que realmente ha hecho algo por ti en la vida. Porque dime, ¿Qué ha hecho Sana por ti? Nada, Sana siempre trae problemas, siempre se queda en silencio, es una maldita cobarde que se casará de todas formas y besará el imbécil de Minoh frente a ti. A ese, a tú mejor amigo.

-Cállate – Momo gritó – cállate.

-¿Y quieres saber algo más? – Momo esta furiosa – ese imbécil me violó también esa noche, estaba en ese maldito grupo. Siempre lo supe, creí que él tendría los cojones para pedirme disculpas en mi cara en algún momento, pero no. Ahora que lo pienso, él y Sana hacen una pareja increíble, los dos son unos cobardes – para cuando Mina terminó de hablar el resto de las personas ya estaban mirando la discusión en silencio – iré a buscar a Nayeon.

Momo se quedó congelada a la mitad del primer piso de la clínica mirando como Mina se alejaba de ella. Le había pasado lo mismo con Chaeyoung, también se había quedado de pie viendo como sus dos hermanas se alejaban de ella. Las palabras que Mina le había dicho hace algunos minutos seguían dando vuelta en su cabeza.