49.- El lado b de Chaeyoung

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Chaeyoung y Tzuyu habían vuelto a Seúl sin dirigirse la palabra. Chaeyoung creía que en algún momento se le pasaría, pero no. Tampoco podía decir que la chica estuviera molesta con ella, era algo más. Había pasado algo y ella no tenía idea de que se estaba perdiendo.

Llegaron a la mansión a las 7 de la tarde del domingo. Chaeyoung decidió romper el hielo – Creo que tenemos que hablar – habló la japonesa.

-¿De qué quieres hablar?

-Algo pasó después de ir al hogar.

-Es obvio que algo iba a pasarme Chaeyoung. Ni siquiera sabía que había vivido un tiempo en ese lugar, no tengo recuerdos.

-Voy a entender si necesitas un tiempo, lo mismo hiciste conmigo cuando pasó lo de Mina.

-La verdad es que creo que necesitaré algunos días, espero no te moleste.

-No, no me molesta, sólo quiero que estés bien Tzuyu, creí que sería una buena idea conocer algo más de tu pasado.

-No quiero hablar Chaeyoung. Necesito una ducha y dormir. Mañana es lunes, otra semana más, comienza otra rutina.

-Espero que puedas descansar entonces.

Chaeyoung tomó su bolso y caminó hasta la puerta de la mansión pasando por el lado de Tzuyu. La taiwanesa no dejaba de pensar en lo que Daniel el había dicho, no podía ser cierto. Chaeyoung no le haría algo así, es imposible que ella supiera que Sunmi era la amante de su madre y que la habían adoptado. ¿Por qué le ocultaría algo así? Era imposible, ella misma le había contado a la japonesa que era adoptada ¿Por qué ocultaría información?

-Chaeyoung – la japonesa dejó de caminar y volteó para encontrarse con los ojos de Tzuyu – necesito saber algo.

-Claro, dime.

-No me puedes mentir.

-Jamás te he mentido.

-¿Sabías que Sunmi fue la persona que ayudo a mi madre con los papeles de adopción? Ella era la amante de mi madre – Chaeyoung se sintió rara al escuchar la pregunta. Era obvio que Tzuyu sabía que ella sabía si no, no estaría preguntando esto.

-No, no tenía idea. Ella jamás nos habló de sus relaciones – Tzuyu sólo miraba a Chaeyoung - ¿Por qué me miras así?, ¿Crees que miento?

-No, no quiero que creer que me estas mintiendo.

-¿Por qué te mentiría? Explícame. De que me sirve a mí tener esa información.

-No lo sé y cómo no lo sé, necesito tiempo.

-Te dije que te lo iba a dar. De verdad lamento que el viaje haya terminado así, sólo quería que tú estuvieras bien, que conocieras más de ti, pero no, supongo que todo se arruinó. Lamento haber tocado el tema y haberte obligado a ir.

-No me obligaste.

-Es lo mismo, claramente te arrepientes de haber ido.

-No, no me arrepiento.

-Está bien Tzuyu, avísame cuando quieras volver a hablar conmigo. Sabes dónde encontrarme.

La taiwanesa se quedó mirando a Chaeyoung hasta que llegó al umbral de la puerta y Nayeon se la abría para hacerla pasar. Notó la mirada de su hermana incrédula al no verla. Tzuyu no quería entrar, no podía entrar aún. Tenía muchas preguntas en su cabeza y habían sólo dos personas que se las podían responder. Le ordenó al chofer que dejara su equipaje en la casa y que ella usaría el auto. Necesitaba ir a un lugar. También le pidió que les dijera a sus hermanas que no se preocuparan.

A merced tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora