28.- Revolviendo el pasado

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A Momo le había quedado increíble la carne asada. Se sentaron a la mesa a comer mientras que Sana terminaba de echar a las bailarinas que Mina había contratado. Podía soportar estar un día completo en este lugar, pero no aguantaría la música y que mujeres que no conocía, se pasearan desnudas por el lugar.

-Eres una aguafiestas – habló Mina.

-No es una despedida de soltera – afirmó Sana.

-Pues podrías a ver aceptado una fiesta de despedida de soltera de ante mano, ya que estoy segura, que esa fiesta también será una mierda.

-No te soporto.

-Yo tampoco te aguanto – Nayeon estaba algo impresionada de cómo el ambiente había cambiado. Se notaba la diferencia del estrés que generó en el grupo la presencia de Daniel a cómo estaban ahora.

-¿Estas bien? – preguntó Tzuyu a Nayeon.

-La verdad es que estoy agotada – Mina observaba a Nayeon – no tuve la mejor noche de mi vida, no dormí nada. Así que creo que haré una siesta.

-¿Te molesta que te acompañe? – la pelinegra miró a la japonesa – Sólo si quieres.

-Claro que quiero Mina – Nayeon acarició el muslo desnudo de su chica - pero sin preguntas.

-Nada de preguntas, sólo dormir.

Momo trató de entender la reacción de su hermana ante las palabras de Nayeon, era obvio que pasaba algo entre ellas. Sólo quedaba esperaba que ambas pudieran arreglar sus problemas, al menos que este viaje sirva de algo.

-Creo que también iré a recostarme, beber alcohol a las 11 de la mañana hizo que me doliera la cabeza – Tzuyu se levantó - ¿Me acompañas?

-Claro, supongo que nos vemos en la noche para seguir bebiendo – Momo le sonrió a Chaeyoung quien se llenaba su copa de vino y siguió a Tzuyu.

-¿No crees que lo hicieron a propósito? – preguntó Sana.

-¿Qué cosa?

-Dejarnos solas.

-No, no lo creo. Nayeon no se ve bien desde ayer.

-Sólo por ese detalle creo que realmente sólo están borrachas – Momo sonrió – Espero que Nayeon pueda recuperarse luego.

-¿De qué?

-Es obvio que la presencia de Daniel le afecta, creí que te habías dado cuenta.

-Claro que me di cuenta, pero no sé que ocurre entre ustedes cómo familia, así que prefiero quedarme en un rincón y observar todo.

-Creo que si vas a vivir con nosotras te daré un consejo Momo – la japonesa miraba el perfil de la pelirroja – cuando estés en algún lugar junto a Daniel jamás, pero jamás te quedes solo mirando desde un rincón – la japonesa frunció el ceño – Daniel es alguien peligroso.

-¿En serio?

-Ha hecho cosas que mi papá ha ocultado muy bien, cosas que... que ni siquiera vale la pena mencionar. Cada vez que el está cerca siento cómo el sentimiento de culpa se apodera de mí.

-¿Por qué sientes culpa?

-Sé muchas cosas de las cuales el ha hecho, una más fuerte que la otra. Pero nada sirve con él, la protección que mi padre le entrega no es normal. Incluso después de saber lo último que hizo hace años atrás.

-Algo me dice que estas tratando de contarme la historia sin contarme lo relevante.

-Es mejor así, créeme, no quieres saber de lo que es capaz el imbécil de mi hermano.

A merced tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora