Miró el cielo notando como este comenzaba a oscurecerse, ya era momento de volver a casa. Había estado entrenando toda la tarde luego de que su compañero lo volviera a tratar como un inútil.
Ese arrogante de Bakakashi no se quedaría con la última palabra, él se encargaría de demostrarle lo equivocado que se encontraba.
Últimamente lo único que hacía era entrenar solo para poder mejorar en un corto período y por fin lograr alcanzar, y hasta superar, a su compañero de equipo. Quizás hasta lograría conquistar el corazón de aquella bella chica que lo traía loco.
Sus pensamientos fueron disipándose de a poco al oír la risa de una niña pequeña, la cual se encontraba oculta gracias a los árboles. Era demasiado tarde para que una niña pequeña se encontrara sola en un lugar tan peligroso como un campo de entrenamiento. Frunció el ceño mientras su mente imaginaba situaciones horrendas donde la niña era atacada por ninjas desconocidos.
Decidido, comenzó a buscar a la niña con intención de llevarla de regreso a su hogar.
Rápidamente la encontró. Se trataba de una niña de cabellera blanca, que aparentaba unos cuatro o cinco años, jugando con una rana que lo único que hacía era intentar huir de la niña que intentaba con todas sus energías atraparla.
Obito rió ante la escena mientras continuaba acercándose. La niña al oírlo se detuvo y lo miró asustada. Su abuela le había dicho que no debía juntarse con nadie que no conociera ya que eso podría resultar ser muy peligroso. Dejó de reír y comenzó a buscar donde ocultarse o hacia donde huir, regañándose mentalmente por ser tan despistada, ubicarse nunca se le había dado bien que digamos.
El pelinegro torció la cabeza sin comprender muy bien que era lo que estaba sucediendo. Detuvo su caminata. Posó una gran sonrisa en su rostro para señalarse con su dedo gordo.
—¡Mi nombre es Uchiha Obito y seré el próximo Hokage!— Al terminar su presentación se colocó sus gafas frente a sus ojos ya que estas se encontraban sobre su cabeza.
La niña salió de detrás del árbol en el que se había ocultado para verlo con curiosidad. Rió por lo bajo y corrió hasta ponerse enfrente de él.
—Tsukino Nyoko.— Un leve sonrojo en sus mejillas se hacía presente mientras estiraba su brazo para darle la mano al muchacho que le había transmitido confianza.
Obito no tomó la mano de la niña, en su lugar, la despeinó suavemente. Aquella niña había sido muy cordial, él prefería una presentación más suelta.
Las mejillas de Nyoko se sonrojaron un poco más, realmente no se esperaba aquello. Cuando el pelinegro dejó su cabello en paz, vio al cielo, notando como ya había caído la noche de un minuto a otro.
—¡Oh no!— Gimoteó.— Obaa-san dijo que debía estar antes del anochecer.— Su rostro se tornó preocupado, sus ojitos amenazaban con dejar caer lagrimas en cualquier momento. Se había dejado guiar por aquella rana sin pensar en lo que su abuela le había dicho antes de que saliera de casa. No debía irse lejos y tampoco volver después de que anocheciera. Pero ella había olvidado el trayecto por donde la rana la había guiado y ahora no tenía idea de donde estaba o de como volver.
Aquellas lagrimas que no habían salido todavía, comenzaron a caer por sus mejillas. No sabía como volver, estaba totalmente pérdida, y por si fuera poco, con un completo extraño.
Su abuela estaría tan decepcionada, eso si era que la encontraba, porque de cualquier otro modo estaría muy preocupada y aquello era peor porque podría hacer que tuviera algún problema de salud.
Obito se colocó a su altura y le limpió aquellas lagrimas que adornaban su rostro.
—¿Qué sucede? ¿No sabes regresar?— La niña negó.— No te preocupes, yo sé volver, te llevaré con tu Obaa-san.— Se dio la vuelta dejando delante de la niña su espalda, esta limpió nuevamente su rostro con sus mangas, ya que se había mojado otra vez, y se subió a la espalda del niño. Él se irguió y comenzó a caminar con la niña en su espalda.— ¿Qué hacía una niña pequeña solo en un bosque? ¿Tus padres no estaban contigo?— Ella negó.— ¿Están trabajando?— Nyoko rió levemente.
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ᴄʜᴀʀᴍᴏʟʏᴘɪ; ᴋ.ʜ
Fanfiction1er Libro de la Saga. Tsukino Nyoko, una kunoichi de un clan casi desparecido, es abrumada por sus sentimientos de arrepentimiento con respecto a decisiones pasadas, sin embargo aquello es lo que la llena de espereza y la alumbra con la luz del perd...