14

1.2K 137 66
                                    

La recuperación de Nyoko tardó más de los esperado, no obstante, cuando recién le otorgaron alta total médica, la peliblanca recibió el pedido del Hokage para convertirse en anbu y así liderar el escuadrón de rastreo conformado por anbus para el rescate de Hiro.

Dos meses habían pasado del incidente en el cual Nyoko casi pierde su vida, y todavía no había vuelto a ver a su compañero de equipo.

Cansada de una espera que parecía no tener final, la Tsukino exigió una respuesta al respecto por parte de Minato Namikaze, el Hokage, el cual definió que lo mejor era comenzar a buscar al muchacho en cuestión.

Tras una investigación a fondo del caso, se llegó a la conclusión de que los ninjas que capturaron al Tsukino no era ni más ni menos que probables aliados de Orochimaru y no de la aldea de la roca como Nyoko había visto en sus bandas. A su vez, se creyó que había sido capturado debido a sus poderes oculares.

La menor no dudo en preguntar en porque no se la llevaron a ella en todo caso, a lo que le respondieron que lo más seguro era que prefirieran llevarse al adolescente debido a que en su condición sería más fácil y rápido.

Por si fueran pocos los sentimientos de culpa de la chica, aquel se sumó a la lista.

No sabía si era la ideal para volver a poblar el clan, ella no era como la mayoría del clan Tsukino, era tonta y despistada. Le costaba pelear bien y jamás se le había dado bien enseñar, sin contar que jamás había enseñado nada que tuviera que ver con el elemento oscuro.

Con las reservas necesarias, Nyoko dejó la aldea junto con su grupo de rastreo en el principio del invierno, dejando así a Ayumu, su abuela, en manos del equipo médico de la aldea.

Al comienzo de la búsqueda, estaban un poco perdidos, sin saber muy bien donde comenzar a buscar. Pero con el paso de tiempo, lograron ir acercándose poco a poco a Hiro, lo cual los lleno de un aire de esperanza.

En lo único que podía pensar la muchacha durante todo ese tiempo fuera de la aldea era en la idea de poder regresar con su compañero de equipo y con una misión exitosa para la aldea, en compensación de la desgracia que había llevado la última vez.

Nyoko iba caminando por la aldea de la oculta de la libélula junto con uno de sus compañeros, se habían separado en tres grupos para hacer un rastrillaje mucho más rápido.

No sabían si Hiro estaba corriendo peligro mientras ellos lo estaban buscando por lo cual la Tsukino, con la intención de apurar el paso lo más posible, decidió partir el grupo original de seis y buscar en tres grupos de dos.

Observaba con detenimiento cada puesto que veía, no era la primera misión encubierta que hacía pero aún así tenía los nervios de punta.

Necesitaba algún indicio de que Hiro seguía vivo donde fuera que estara, algo que le dijera que no estaba perdiendo el tiempo buscándolo y que debía continuar un poco más. Pero nada aparecía.

Un niño pequeño la chocó al correr sin cuidado mientras jugaba con su amigo, un recuerdo con Obito se le vino a la mente.

"—¡Obito-san! ¡Cuidado! Exclamó Nyoko al ver que chocarían con un puesto de frutas.

El Uchiha observó aquel carro que se cruzaba en su camino e intentó frenar lo más rápido posible, sin embargo no lo logró y ambos cayeron al suelo llenos de pedazos de frutas. Se habían metido en un gran aprieto.

El dueño de las frutas exclamó de la furia y se dirigió directo hacia los culpables de que sus frutas se desperdiciaran.

Los señalo con su dedo indice de manera acusadora, las personas comenzaron a parar sus tareas al ver el espectáculo que se estaba formando en plena calle de la aldea, más que nada, por parte del señor.

ᴄʜᴀʀᴍᴏʟʏᴘɪ; ᴋ.ʜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora