ᴄʜᴀʀᴍᴏʟʏᴘɪ; ᴋ.ʜ

10

Finalmente el día llegó, los exámenes chunin se volvía a dar y la niña de ocho años creía estar preparada para lo que fuera.

El último mes se había preparado algunos tips para no confundir los números y lograr hacer los problemas. También había practicado aquel jutsu que Hiro había utilizado para ayudarla durante el examen pasado y había entrenado como nadie.

Le había prometido a todo su equipo que sería la primera en llegar a la academia para rendir el examen y eso era justo lo que estaba sucediendo.

Se encontraba en la puerta a la espera de sus compañeros, quienes se estaban tardando un poco en llegar. El primero en aparecer fue Hiro, tenía su usual aura de tranquilidad pero Nyoko sabía que por dentro estaba totalmente aterrado.

—Esta vez no te vayas. Sé que el equipo Minato tenía otra misión, no te dejaré ir a verlos hasta que completemos el examen.

Nyoko asintió, tampoco pensaba ir a recibirlos durante el examen, sabía que si lo hacía y volvía a suceder lo mismo no sería capaz de volver a dar el examen.

A los pocos minutos llegó el jonin de pelo verde, Ryouma, quien festejaba por ver como la Tsukino estaba allí. Ya no sería necesario implementar ninguno de los planes que había ideado por si la chica no se presentaba allí.

Y por último llegó Reiko.

No basto mucho para que se encontraran nuevamente en la situación, aquella misma en la que estuvieron hace unos cuantos meses, quizás un año.

—Bien, explicaré algunas de las reglas del examen.— Nyoko ya sintió la presión.— Cuentan con diez puntos, respuesta que pongan mal es respuesta que les reduce un punto. Si haces todas bien menos una, tendrás un nueve. Si respondes tres mal, tendrás un siete.— La peliblanca suspiró, por ahora todo era como en la anterior.— Como podrán ver, hay varios examinadores que los estarán observando durante todo el examen, si notan algo extraño o los ven haciendo trampa, tendrán una penalización, la cual les quita dos puntos de su examen. Tienen cinco intentos, pasados los cinco quedarán reprobados. Por último, si alguno de los miembros del equipo saca cero, todo el equipo suspenderá el examen.

El equipo Ryouma comenzó el examen.

Las preguntas eran distintas a la de la última vez, sin embargo todas seguían el mismo modelo que el anterior. Unas teóricas y otras de cálculos.

Nyoko tomó su lápiz y comenzó a hacer las preguntas con las que más segura se sentía, ya que empezar con algo bueno le daría la motivación suficiente para lograr hacer con mayor entusiasmo aquellas que sabía que le costarían.

Hiro le echó una mirada a la peliblanca. Sonrió al ver esa mueca en su cara, significaba que estaba concentrada y que por el momento no necesitaba su ayuda.

Hiro pensó que no se podía ver más tierna y bella.

Para cuando ya había pasado la mitad del tiempo del examen, Reiko tenía el setenta por ciento del examen terminado, por lo que al tener tiempo de sobrado comenzó a idear planes por si veía a sus compañeros en apuros.

Sabía que podría terminarlo en unos diez minutos y entregarlo pero era preferible quedarse allí donde sus compañeros se encontraban en caso de que necesitaran su ayuda.

Lo malo es que para ser el cerebro de la misión usualmente había que ser Hiro. Solo a él se le ocurrían planes lo suficientemente buenos, los suyos solían fracasar una y otra vez y los de Nyoko solo se presentaban en situaciones específicas.

Suspiró, ahora quería saber que era ella en el equipo.

Hiro era el líder claramente, sabía guiar y dar ordenes como nadie y sus planes eran de los mejores que había oído. Nyoko era realmente extraordinaria cuando hablaban de pelear contra el enemigo o si quiera detenerlo sin fuerza. Y ella... Ella era la que se quedaba atrás siempre y que de una u otra manera terminaba en un aprieto.