ᴄʜᴀʀᴍᴏʟʏᴘɪ; ᴋ.ʜ

25

Había estado siguiendo al hermano menor del Uchiha durante toda la tarde como hacía todos los miércoles desde que le había prometido a Itachi que lo cuidaría. No mintió, era lo que había prometido y lo cumpliría al pie de la letra.

Cuando lo vio adentrarse a su hogar suspiró aliviada, siempre era la misma rutina con el pelinegro y después de tanto tiempo, ya le había aburrido.

En su cabeza comenzó a aparecer la idea de ir a presentarse ante Sasuke, quizás así dejaría de aburrirse y podrían crear algún lazo, ese sería el mejor de los casos. En el peor, el chico la odiaría y hasta quizás la atacaría si es que ya tenía los mismos prejuicios que los que eran de su propio clan.

Lo mejor sería continuar así por un tiempo, luego vería si debía ir y presentarse, por el momento dejaría las cosas como estaban.

Observó el cielo cubierto por nubes oscuras, estaba refrescando y eso hacía que maldijera el hecho de haber salido tan desabrigada, estaba segura de que en cualquier momento se largaría a llover y ella solo tenía sus habituales ropas.

No entendía como podía ser que tuviera frío, tenía la polera manga larga que cubría sus manos como un guante sin dedos y su pantalón, ese mismo que usaban casi todos los ninjas de la aldea, que le quedaba un tanto grande aunque le hubiera confeccionado la cintura pero al menos no se le caía.

Se podría decir que estaba algo abrigada, por ello es que sentía que no tenía sentido que estuviera sintiendo frío pero así era. Ni siquiera el pelo suelto hacía que tu cuerpo se resguarda un poco más.

Quizás si hubiera traído su chaleco táctico como siempre estaría más cubierta de las brisas pero por alguna extraña razón había preferido no llevarlo.

Caminó por los alrededores de la casa del Uchiha.

Se preguntaba que era de Itachi. No podía evitar recordarlo cada vez que veía a Sasuke. ¿Estaría bien o estaría muerto como su hermano? No, no podía ser que estuviera muerto, estaba tratándose de Itachi.

Alguien como Itachi no podía simplemente morir o enfermarse como Ryu lo había hecho, después de todo, se trataba de un Uchiha y no de un Tsukino. Le tenía fe de que siguiera vivo donde quiera que estuviera.

Se preguntaba si algún día lo volvería a encontrar, si podría hablarle y contarle como había crecido su pequeño hermano menor. Todavía le tenía cariño al dotado Uchiha por más que fuera un asesino.

Al menos no había asesinado a Shisui. No supo que sucedió con él pero Itachi le aseguró dos cosas, una era que él no lo había asesinado y que él se había suicidado luego de que una persona lo atacara.

Pero Itachi jamás le dijo quien era esa persona por más de que ella insistiera que le dijera, quizás podría vengarlo.

Que alguien como Shisui haya tenido un final como aquel era algo muy triste, le hubiera gustado poder volverse más amiga de él y poder estar allí para cuando la necesitara, quizás si las cosas hubieran sido de otro modo, él no habría tenido que optar por tomar una decisión como la que había tomado.

Suspiró agobiada por sus pensamientos mientras observaba a algunos padres ir a buscar a sus hijos a la plaza por la que estaba pasando, se detuvo a observan detenidamente esa escena. ¿Así habrían sido sus padres con ella si hubieran estado vivos?

Definitivamente no era un buen día, tenía demasiadas preguntas sobre diversos temas y claramente no obtendría una respuesta al respecto.

No todos los días pensaba en sus padres, lo más probable era que si pensara en alguien de su familia con tanta frecuencia sería de Ryu, pero tampoco era como si estuviera todo el día pensando en él, solo de a ratos.