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El día de los exámenes chunin había llegado y Nyoko estaba más nerviosa que nunca.

La idea de tener que dar el examen le ponía los pelos de punta, sin nombrar que Obito se había ido a una misión muy importante hace unos días y aún no había vuelto.

Ella estaba allí nerviosa sin saber como resultaría su esfuerzo para volverse chunin y sin saber siquiera si Obito regresaría vivo, ya que debía entrar en territorio enemigo y moverse por allí, por lo que había muchas probabilidades de morir allí.

Suspiró intentando soltar sus nervios.

Había esperado al equipo Minato todo el día de ayer y hasta el medio día del presente, se suponía que llegaban entre ayer y ese día pero aún no habían regresado y eso le ponía los pelos de punta de solo pensarlo.

Caminó por los pasillos de la academia, estaba a momentos de dar con sus compañeros el examen escrito que formaba parte del examen completo chunin.

No sabía que esperar, sabía que sin un poco de suerte no lo pasaría, si tenía números sabía que se confundiría y haría mal los cálculos por usar números equivocado, pero si tenía que escribir alguna regla estaba a salvo ya que aquellas si se las sabía y podía decirlas sin problemas, todo gracias a su hermano y sus enseñanzas.

Tomó asiento, Reiko y Hiro estaban bastante alejados de ella como para ayudarla, todo dependía de ella, ellos sabrían desarrollarse sin problema tal y como siempre había sucedido cuando se trataba de un examen.

Cuando se les permitió comenzar, observó las consignas, definitivamente estaba pérdida.

Las teóricas pudo responderlas rápidamente mientras que las que incluían cuentas lo único que hacían era marearla.

Pensó en utilizar sus ojos pero no, aquello sería hacer trampa y no solo estaba mal sino que también se darían cuenta todos los shinobis que estaban observándolos. La estaba pasando realmente mal, o al menos hasta que pudo sentir como un chakra conocido tomaba su lápiz y comenzaba a moverlo escribiendo las respuestas en su hoja.

Reconocería aquel jutsu donde fuera. Era Hiro quien escribía las respuestas a los primeros dos problemas.

El lápiz cayó a la vez que Hiro colocaba una de sus manos en su pecho con el ceño fruncido. Nyoko entendió con solo verlo que él no tenía un buen manejo como ella de los jutsus pertenecientes al elemento oscuridad.

Quizás era porque no era de la rama pura.

Aunque recordándolo, ella también había sufrido de dolores por el mal manejo de chakra utilizando algún jutsu que involucrara el elemento oscuro, por lo que quizás se debía más al poco entrenamiento del chico con el elemento.

Volvió a observar su hoja, ahora solo le quedaban otros dos ejercicios y el examen estaría para entregar.

En cuanto el tiempo terminó y tuvieron que entregar, Nyoko quiso morir allí mismo, había logrado hacer solo uno de los que quedaban por lo que aprobar se veía muy lejano de ella.

Sin embargo, cuando se acercó junto con sus compañeros a ver la planilla que tenía los nombres de los aprobados, el suyo era el ante último. Eso significaba que había aprobado al igual que sus compañeros. Una gran sonrisa se posó en su rostro y se lanzó a los brazos de Hiro.

—¡Gracias! ¡Gracias, gracias!— Exclamaba una y otra vez mientras abrazaba fuertemente a Hiro.

Las mejillas del muchacho se sonrojaron levemente mientras corría la mirada y le devolvía el abrazo a la menor. Nunca creyó que solo por haberla ayudado con algo tan torpe como eso lograría ganarse afecto de la más baja.

ᴄʜᴀʀᴍᴏʟʏᴘɪ; ᴋ.ʜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora