Una semana después la peliblanca tuvo que salir por primera vez para una misión que el Hokage le había asignado, había olvidado que continuaba siendo un anbu y que debía seguir con su vida aunque no tuviera a nadie al lado.
Tampoco era como que el Hokage supiera que aquella mujer estaba muerta y que Nyoko le tenía un gran aprecio, mucho menos que ella se había encargado de ser quien le arrebatara su vida.
Los meses siguientes fueron definitivamente peores que los anteriores.
Llevaba un gran peso en su espalda por donde fuera que lo vieras, sin embargo nadie parecía darse cuenta de la gran estafa de la peliblanca.
Nadie entendía que había detrás de aquella fachada de una chica dulce y amistosa que demostraba con sus amigos o de su otra fachada, la que salía al momento de tener que llevar a cabo misiones o de pelear.
Al menos así se comportaban todos, pero ella estaba segura de que el único que podía entenderla era Kakashi, sin embargo, era inútil.
Él no se comunicaba con ella a menos que fuera porque estaban en alguna misión y el peliplata había abandonado, por petición de Sarutobi, su puesto como anbu. Nyoko supuso que aquel era el fin de su poca relación con él.
La Tsukino había mantenido el habla con el resto de su grupo de amigos, a veces asistía a las juntadas que hacían o iba a hablar un rato antes de alguna misión, pero no mucho más, al menos en general.
El caso de Kurenai era un caso aparte.
La pelinegra tenía la llave de su casa y sabía el camino de memoria como para ir. Era con la que pasaba más tiempo probablemente. Aunque tampoco era que mostrara con ella alguna faceta que no mostrara con el resto.
Podía ser su mejor amiga pero eso no significaba que ella pensara en contarle las cosas que pasaban por su mente.
Pero había algo que realmente perturbaba la mente de la pelinegra respecto a Nyoko, había visto como actuaba durante el momento de pelear, pero no se comportaba como todos sus amigos o como ella.
Había hecho una que otra misión con ella y hasta la había recibido como apoyo en algunas otras, y la Nyoko que se juntaba con ella a charlar no era la misma Nyoko que veía cuando esta debía atacar a alguien.
Era extraño y no sabía explicarlo bien y por si fuera poco, tampoco tenía una explicación a ello.
—¿Sucede algo Kurenai?— Preguntó Asuma llamando la atención de todos, incluida la de la pelinegra.
Kurenai lo observó con el ceño fruncido y asintió, sabía que en estos casos lo mejor era hablar con sus amigos al respecto, ellos sabrían ayudarla a entender lo que sucedía.
—¿No creen que Nyoko es distinta cuando está con nosotros a cuando está en una misión?
El haber mencionado aquel nombre hizo nacer un interés en el cuerpo de Kakashi, ahora le interesaba un poco más aquella conversación que se llevaría a cabo.
—Veo que tu también lo has notado...— Murmuró Genma mientras se cruzaba de brazos.
Kurenai entendió entonces que no era mera suposición suya y que realmente algo estaba sucediendo con la peliblanca.
—¿De qué hablan? ¿Qué le sucede al pequeño cerezo?— Preguntó Gai sin entender.
No era sorpresa que el único que no se hubiera dado cuenta fuera Gai, aún no sabía si el resto de sus amigos también se habían dado cuenta pero estaba casi segura de que aquel era el caso en cuestión y que efectivamente Gai era el único que no se había dado cuenta.
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ᴄʜᴀʀᴍᴏʟʏᴘɪ; ᴋ.ʜ
Fanfiction1er Libro de la Saga. Tsukino Nyoko, una kunoichi de un clan casi desparecido, es abrumada por sus sentimientos de arrepentimiento con respecto a decisiones pasadas, sin embargo aquello es lo que la llena de espereza y la alumbra con la luz del perd...