Hoy era el día del examen final de Naruto, si lograba aprobarlo se graduaría de la academia, ella lo sabía. Le hubiera gustado poder ayudarlo a practicar o a estudiar algo pero Naruto ya no le permitía acercarse a él, no como antes.
Acercarse a él y ser tratada como una persona más y no como su "nee-san" era algo que simplemente rompía su corazón.
Es ese tiempo, el niño se había vuelto un bromista haciendo jugarretas pesadas, el día anterior hasta había pintado todos los rostros de los Hokages con pintura, y aunque la hizo reír, se compadeció por Iruka.
No pudo intervenir para ayudarlo, el rubio probablemente ya no le haría caso como antes lo hacía.
Esperaba que el día que su misión acabara llegara pronto, necesitaba correr a él y pedirle perdón hasta que él aceptara volver a tener la relación que tenían antes de que Hiruzen se entrometiera.
Al menos había logrado acercarse a Iruka, a través de Hiro, para poder así saber un poco más sobre como le estaba yendo a Naruto.
Divisó la entrada de Naruto al examen, fue una gran idea estar allí con un jutsu de transformación. Usualmente era su manera para poder estar más cerca de él para cuidarlo, justo como usaba, en menor medida, con Sasuke.
Se colocó a un lado de la puerta por la que había pasado el rubio como si estuviera custodiándola.
Esperó hasta que el niño salió molesto del lugar, casi se olvidaba de que estaba encubierta para ir y abrazarlo para luego llevarlo a comer ramen, se mantuvo en su lugar inmutable a la espera de que Iruka pudiera hablar.
Cuando Mizuki salió de allí, ella se adentró para encontrarse a Iruka con una mueca.
—¿Y bien? ¿Cómo le fue a Naruto?— Preguntó.
Iruka se puso de pie sonrojado pues no se había percatado de la presencia de la joven. Ella deshizo el jutsu.
—Reprobó nuevamente.— Sentenció.
Nyoko bajó su cabeza frustrada, creyó que esta vez él podría aprobar aquel maldito examen.
Si todo hubiera continuado su camino como ella había pensado, lo podría haber ayudado tal y como Ryu la había ayudado a ella, ¿Quién mejor que ella para poderle enseñar al niño? No decía que Iruka no supiera, es solo que sus métodos no parecían funcionar con el Uzumaki.
—Sasuke aprobó, ¿cierto?— Iruka asintió.
El pelinegro era lo contrario a Naruto. Nunca dudo que él no pudiera aprobar el examen, solo había preguntado para confirmar sus sospechas.
Acompañó al castaño a la entrada de la academia, Hiruzen se encontraba allí, aunque lo haya visto no se molesto en ocultarse o volver a hacer el jutsu. Podía llegar a tomarlo como una provocación o como desobediencia pero ella quería que la viera, quería que reconsiderara la decisión que había tomado.
El Hokage solo le corrió la mirada y la enfocó en el Uzumaki, Iruka y Nyoko hicieron lo mismo.
Su corazón se retorció por la imagen, lo veía triste en el columpio, probablemente oyendo las felicitaciones que las familias le daban a su familiar aprobado. Debía ir con él, tenía que acompañarlo en las buenas y en las malas.
Se decidió a romper la misión y dio un paso.
—Nyoko, quédate en tu lugar. No creo que a Danzo le guste saber que una de sus alumnas desobedezca al Hokage.
La peliblanca se detuvo. Regresó su pierna a la posición en la que estaba y no se movió más después de eso. Iruka no parecía entender que sucedía pero no preguntó al respecto.
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ᴄʜᴀʀᴍᴏʟʏᴘɪ; ᴋ.ʜ
Fanfiction1er Libro de la Saga. Tsukino Nyoko, una kunoichi de un clan casi desparecido, es abrumada por sus sentimientos de arrepentimiento con respecto a decisiones pasadas, sin embargo aquello es lo que la llena de espereza y la alumbra con la luz del perd...