Gracias a la muerte de Hiruzen, su cargo no quedó revocado y nadie supo sobre el conflicto que había tenido con él. No sería considerada una enemiga y tampoco dejaría a los ANBU, el problema se había solucionado gracias a Orochimaru.
No debía estar alegre de lo sucedido pero una parte de ella lo estaba, se había sacado un peso de encima.
Se sentía una egoísta por alegrarse de lo que significaba un gran problema para su aldea. Estaba segura de que era una insensible y que debía compensar a la aldea de alguna forma.
Si se lo ponía a pensar no había hecho mucho aquel día, podría haberse esforzado más o haberse dado cuenta de que Hiruzen estaba a nada de morir. Quizás si le hubiera hablado a alguien de su presentimiento algunas cosas hubieran podido ser evitadas.
Todo era el resultado de sus acciones egoístas.
Ella había empujado al hombre a la muerte el día que decidió poder decidir sobre su futuro y sus relaciones, el día que había decidido dejar los ANBU y encargarse de vivir en la sombra como una Raíz.
Sabía que Danzo ignoraría las idioteces que diría Hiruzen sobre ella y la aceptaría pues era la mejor ANBU en su amplio repertorio.
Suspiró, con sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón, caminaba por la aldea, ya casi se había acostumbrado a su brazo vendado y a la molestia que le producía. Ahora que tenía unos días para descansar, aprovecharía para ayudar a reparar la aldea como fuera posible desde su lugar.
Caminando por allí llegó hasta aquel río que cruzaba por la aldea, ese que también pasaba por las cercanías de su casa. El día de hoy se veía sumamente tranquilo.
Continuó caminando con suma tranquilidad, la paz la rodeaba gracias al sonido que producía el agua y las hojas que chocaban con el poco viento que había. Ojala todos los días pudieran ser así de tranquilos.
Le pareció ver a cuatro personas a lo lejos pero como se encontraban muy lejos no llevaba a poder distinguirlos así que no sabía si se trataba de el comienzo de un conflicto dos contra dos o si eran unos amigos hablando con distancia social.
Cuando quedó un poco más cerca pudo divisar que dos de ellos tenían aquellas capaz de Akatsuki.
Se sintió una estúpida por creer que era un día tranquilo, ningún día era tranquilo en un mundo lleno de dolor como este, era tonto creer que existiera uno. Pasó una mano por su pelo y pensó en como intervenir.
Utilizó el jutsu de ocultación con el agua del río, así podría llegar allí sin ser vista e interrumpir lo que sea que estuviera sucediendo.
Aunque a lo que primero llegó fue a agarrar a Kurenai, quien había caído al agua debido a que uno de los Akatsuki le había proporcionado una fuerte patada en el estómago que la hizo volar y caer allí.
Fue entonces que reconoció quien estaba en su espalda, conocía ese chakra... ¿Qué demonios hacía Itachi allí?
Pero él no fue el único en hacerse presente pues Kakashi se encontraba detrás de él. Observó a su frente, Asuma estaba siendo defendido por otro Kakashi de un ataque que había hecho Kisame.
¿Qué hacían esos dos allí? ¿La habían ido a buscar a ella? ¿Quizás a Naruto? Esto era terrible.
—Estamos buscando algo y sabemos que está aquí.— Respondió el Uchiha cuando Kakashi le preguntó porque se encontraban allí.
Nyoko soltó a Kurenai y se puso de pie.
—¿Se puede saber exactamente qué es?— Preguntó el peliplata.
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ᴄʜᴀʀᴍᴏʟʏᴘɪ; ᴋ.ʜ
Fanfiction1er Libro de la Saga. Tsukino Nyoko, una kunoichi de un clan casi desparecido, es abrumada por sus sentimientos de arrepentimiento con respecto a decisiones pasadas, sin embargo aquello es lo que la llena de espereza y la alumbra con la luz del perd...