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Aquel día, los tres integrantes del equipo Ryouma, se convirtieron en chunins y su sensei no podía estar más contento de oír aquello.

Las misiones no tardaron en llegar sin embargo, la misión que les había tocado hacer esta vez era la más difícil de todas. Les habían encargado llevar un importante documento hasta una de las aldeas aliadas.

Sin embargo, debían pasar por territorio enemigo para lograr llevar aquel importante documento. La misión se las había otorgado directamente el Hokage por lo que se habían tomado más en serio que nunca lo que debían hacer, aquella misión debía salir si o si exitosa.

Si había algo necesario eran buenas noticias, últimamente todo tenía malas noticias.

Por ejemplo, el día que había despertado en el hospital tras su desmayo en la pelea contra Shisui, le habían comunicado que había logrado pasar el examen chunin.

No obstante, aquello no fue lo único que le comunicaron. Querían esperar a cuando saliera para decírselo pero sabían que los rumores llegaban a boca de todos y que tarde o temprano se enteraría de lo ocurrido.

La muerte de Rin era algo que Nyoko de cierto modo se esperaba, luego de la muerte de Obito, el equipo Minato tenía una desventaja y si tenía que pensar en el eslabón mas débil probablemente pensaría en ella antes de pensar en alguno de los jounin.

Lo que si no esperaba era el hecho de que había muerto en manos de Kakashi, jamás se imagino al peliplata capaz de asesinar a su amiga.

Estaba convencida de que había sucedido algo con respecto a aquello, no se permitiría creer que Kakashi asesino a su compañero de equipo y amiga solo porque le dio la gana hacerlo, algo debía estar ocurriendo.

Pero la mala suerte le jugó una mala pasada y realmente no había podido conseguir contactar con Kakashi, sobretodo por la falta de tiempo de ambos.

Sin nombrar el hecho de que hace unos pocos días se había convertido en anbu.

Todo había sucedido muy rápido, Minato se había convertido en Hokage, Kakashi en asesino y Rin en un cuerpo sin vida. Todo en un período corto de tiempo, tan corto que no entendía cuando había sucedido todo.

La peliblanca revisó su pequeña mochila en la puerta mientras esperaba a sus compañeros, estaba todo, sus pastillas, un botiquín y no mucho más.

A los pocos minutos pudo observar como Hiro se acercaba, siempre terminaban siendo ellos los primeros en llegar mientras que Reiko siempre era la última cuando no llegaba con Ryouma, ya era de saberse.

—¿Lista para el peligro?— Preguntó mientras se colocaba en una posición de pelea de una manera graciosa. Nyoko rió.

—Espero que no tengamos que pelear.— Hiro bajó su cabeza mientras bufaba.

—Eso sería muy aburrido, Nyoko-chan. Realmente deseo pelear, me estoy oxidando. La últimas vez Ryouma-sensei se encargó de todo.— Hizo puchero.

Nyoko se cruzó de brazos mientras daba unos pasos al costado para que Hiro no interfiriera en su vista, su sensei y su compañera estaban llegando, por lo que entendía que saldrían pronto.

—Eso no es mi culpa, Hiro-san. Solo deseo que volvamos enteros a nuestros hogares.

Este la miró triste, sabía de lo que hablaba. Entendía que lo decía sobre todo por lo que había sucedido con Obito y Rin.

Pero también creía que no debía comparar a su equipo con el otro, ellos no tenían porque tener el mismo destino que aquellos dos, ellos volverían sanos y salvos y con una misión exitosa para llevarle al Hokage.

ᴄʜᴀʀᴍᴏʟʏᴘɪ; ᴋ.ʜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora