El cuerpo de Kakashi fue empujado hasta que los otros dos ya no se encontraban en el campo visual de la mujer, fue allí que le permitió continuar caminando al ritmo que él eligiera sin ser arrastrado por ella.
Entre jadeos suaves, cerró los ojos aliviada de haber huido de esa situación.
No tenía mucho caso, de todos modos, él se enteraría de una manera u otra que para cuando amaneciera, ella ya no estaría allí y su casa se mantendría en un profundo silencio mezclado con la calma de las plantas muriendo por no ser regadas como era habitual que lo hicieran.
Kakashi guardó el libro que había estado supuestamente leyendo para mirarla atentamente, claramente había percibido que algo ocultaba.
Ella no parecía que fuera a hablar de ello por el momento, se le notaba en el semblante que se mantendría con la boca cerrada hasta que sucumbiera a la presión de los ojos del peliplata y soltara todo lo que estaba guardando en su interior, era por ello que él no sentía necesidad de tener que presionarla para enterarse lo antes posible, si fuera de extrema urgencia, ella ya lo hubiera dicho.
Nadie mejor que él para comprender de lo que se trata el espacio personal y los diversos temas que se relacionaban a los sentimientos que traían los recuerdos dolorosos. Probablemente, esa era la verdadera razón por la que no presionaba.
Ella continuó su caminata con total tranquilidad como si lo que había pasado hace unos momento no hubiera ocurrido y él aparentó lo mismo que ella.
Nyoko podría asegurar que esa es una de las cosas que lograba que se sintiera tan cómoda a su lado, que no haría preguntar ni indagaría respecto a lo que ella no quisiera contarle, ya se momentáneo o no.
Kakashi siempre lograba acobijar su corazón y hacerla de miles de maneras distintas en todo sentido, era realmente sorprendente el poder a nivel anímico que tenía el hombre sobre ella, ella que siempre intentó mantener una fortaleza mental que se basara en quedarse dentro de su cascarón pero con él no era así.
Quería decir algo correcto, que correspondiera a sus sentimientos pero era tan difícil poder expresar lo que él le hacía sentir que se sentía en el medio de la nada intentando encontrar algo que la ayudara.
—Siempre aparece cuando menos me lo espero, Senpai.— Comentó observando los pájaros volar.
Se veían tan bello que sintió el deseo de invocar a sus búhos para que tomaran aire fresco y se mantuvieran en libertad por el período que desearan.
Claramente no los soltó, los dejó en la comodidad de sus hogares permitiéndoles continuar con lo que fuera que estuvieran haciendo. Tampoco era como que el búho es un animal demasiado activo y sociable, si bien tiene sus pros, también cuenta con unos cuantos contras si no hablas de combatir y demás.
Las manos del Hatake se ocultaron dentro de los bolsillos de su pantalón.
—¿Y cuando lo esperas?— preguntó.
Sí, le gustaba aparecer en su vida a todo momento pero para él era mucho más importante aparecer cuando ella lo necesitara fuera por la razón que fuera.
Ella asintió con una sonrisa en su rostro, sus manos se juntaron detrás de su espalda y sus pies la hicieron balancearse suavemente, su vista seguía pegada y fija en los pájaros que, ahora, se habían puesto sobre el pasto fresco para dar saltitos y sociabilizar entre ellos siendo realmente adorables a su vista.
—Ajham.— Admitió.— La mayoría de las veces, lo hace.— Hizo una pausa.— Mi... Mi corazón lo llama cuando es así, suplica que oiga su llamado y se aproxime lo antes posible hacia él.
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ᴄʜᴀʀᴍᴏʟʏᴘɪ; ᴋ.ʜ
Fanfiction1er Libro de la Saga. Tsukino Nyoko, una kunoichi de un clan casi desparecido, es abrumada por sus sentimientos de arrepentimiento con respecto a decisiones pasadas, sin embargo aquello es lo que la llena de espereza y la alumbra con la luz del perd...