Su rostro se sentía caliente a causa de rayos de sol que caían sobre su mejilla, se volteó hacia la derecha y se tapó la cabeza con la suave sábana que olía a chicle. Los recuerdos arremetieron de pronto como una gran ola que rompió sobre ella. Abrió los ojos y se reincorporó abruptamente, sentía la mandíbula dura y tenía dolor de cabeza. No reconocía el lugar donde se encontraba y no llevaba su ropa, en cambio, tenía puesto un pijama celeste con nubes. Aquella habitación era amplia y extravagante, con un gran espejo lleno de luces que parecía el del camarín de una actriz y también había tres torsos de maniquís con exóticos y coloridos atuendos. Rachel estaba sola, a excepción de un gato gordo y atigrado de color marrón que la observaba acurrucado cómodamente sobre un puf rosa.
—¡Hola!
Escuchó que alguien dijo. Se volteó, pero no vio a nadie.
—¡Despierta, dormilona!
La extraña voz volvió a aparecer y luego se oyó un silbido. Descubrió un pequeño loro verde sobre una de las columnas de la cama que la miraba curiosamente mientras se balanceaba de arriba abajo. En ese momento la puerta se abrió y Ava entró a la habitación.
—¡Te has despertado! —exclamó mientras depositaba con cuidado la bandeja en donde traía el desayuno—. ¿Cómo te encuentras?
Llevaba puesto un short de jean y un amplio sweater rayado. Su cabello turquesa caía suelto hasta sus hombros y su rostro parecía pálido. Se dio cuenta de que no llevaba maquillaje ni tampoco la piedra que parecía un tercer ojo.
—¿Ava...? ¿Dónde está Lonnie? —preguntó confundida Rachel.
—Está en su casa —la calmó mientras se sentaba en la cama—. Se fue hace algunas horas. ¿Recuerdas algo de anoche?
—La mayoría de las cosas —indicó todavía algo acelerada—. Pero no sé cómo llegué aquí.
—Lonnie me llamó ayer diciendo que habían ido al Nébula y que alguien te había drogado. Luego comenzaste a ver cosas y te volviste algo loca. Tuviste un ataque y escapaste del auto. Lonnie te encontró desmayada en el bosque.
—Entonces, ¿ella está bien?
Ava asintió con la cabeza.
—Sí, pero tuvo que irse porque su padre estaba furioso por no haber vuelto a casa.
De pronto recordó a sus propios padres.
—¡Demonios! ¡Debo llamar a mi madre! —soltó repentinamente—. Va a matarme.
—No te preocupes, ya me he encargado —indicó la muchacha, con una sonrisa cómplice—. Ella dijo que le pareció responsable de tu parte no haber dejado a Caroline manejar ebria, y que eras una buena amiga por llevarla a su casa y quedarte a cuidarla.
—¿Quién es Caroline?
—No tengo idea, pero creo que ya no le agrada a tu madre.
Rachel sonrió, ahora un poco más relajada.
—Ayer tuve la noche más extraña... —confesó.
—Quiero saberlo todo —le indicó Ava emocionada.
Al parecer, Lonnie le había contado la mitad de las cosas. Era evidente que no había mencionado ni el beso, ni todo lo de su hermano, así que Rachel continuó cuidadosa su relato.
—Voy a matarla por dejarte sola en ese horrible lugar. ¡Las personas allí parecen zombis! —dijo Ava enfadada.
—¿Has ido alguna vez?
—Sí, antes. Pero ahora llevo una vida más saludable y armoniosa —estableció fingiendo una pose de meditación.
—¡Aburrido! —chilló el pequeño pájaro arriba de sus cabezas.
—¡Aquí estás! Te he estado buscando por todos lados —le dijo Ava al animal mientras le hacía un gesto y el pájaro volaba hacia ella para posarse en su brazo.
—Ella es Prudence, aunque como es mi pequeño bebé, yo la llamo Baby.
—Es tan linda... —dijo Rachel mientras la acariciaba.
—No te dejes engañar por esos ojos, en realidad es una pequeña acosadora —informó Ava.
—¡Bésame, cariño! —le contestó Prudence y luego voló sobre uno de los torsos.
—¿Ves? —rio la muchacha de cabello turquesa.
—¿Y quién es él? —preguntó Rachel curiosa señalando al enorme gato.
El felino pareció entenderla y la miró por un momento, pero luego volvió a hacerse un ovillo.
—Él es Elvis. Además de Baby, tengo cuatro gatos.
—¿Y no la lastiman? —preguntó preocupada por la extrovertida ave.
—Le han sacado alguna que otra pluma, pero ella está bien, sabe cómo imponerse.
...
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El Lobo está viniendo
Mystery / ThrillerSaga "El Lobo" Libro 1 "El Lobo está viniendo" La fina línea que separa la realidad de la fantasía se vuelve borrosa cuando Rachel, una chica de diecisiete años, comienza a convencerse cada vez más de que su hermano pequeño morirá antes de su próxim...