—Tenía razón, ella está aquí —indicó señalando su bicicleta—. No sabía que esto de ser la hermana mayor sería tan complicado...
—No deberías regañarla demasiado —le aconsejó Rachel—. Después de todo lo por lo que ha pasado...
Lo sabía, y eso hacía que todo sea aún más difícil.
Cuando entraron a la casa comenzó a llamarla.
—¡Bonnie!
Lonnie se desplomó en el sillón.
—Hey, mira lo que encontré —indicó ella balanceando en el aire el viejo móvil de la niña.
—¡Bonnibel! —volvió a llamar, pero luego suspiró malhumorada—. Genial... se ha escondido.
—Te ayudaré a buscar —anunció Rachel.
Se dirigió a la cocina mientras ella verificaba en el lavado.
—¡Ava!
Rachel les mostró, con el rostro contraído, el portarretratos destrozado.
—¡B!
—¡Bonnibel!
Ahora todas la llamaban.
Corrió escaleras arriba y luego abrió la puerta que pertenecía a la habitación de la niña, con un fuerte empujón.
—Oh, no... —gimió.
Una vieja caja de madera se encontraba sobre la cama.
Las demás entraron atropelladamente al lugar, pero Ava se había congelado con la vista clavada en ella.
Vynx fue quien se acercó y levantó la tapa que tenía una "L" grabada.
Metió su mano y extrajo la talla de madera de un pequeño conejo.
Le entregó la figura mientras ella la tomaba con las manos temblorosas.
Sin siquiera notarlo, una frase escapó de sus labios.
—El Lobo está viniendo......
Cuando lograron hacer reaccionar a Ava, todas comenzaron a hablar a la vez.
Nerviosas y asustadas, la psicosis del grupo iba en ascenso.
—¡La ha secuestrado! ¡El Lobo la ha secuestrado! —gritaba la muchacha de cabello turquesa.
—Debes calmarte, por favor...— decía Lonnie tratando de que no perdiera la cordura.
—¡Debemos buscar ayuda! —apremió Rachel dirigiéndose a la puerta.
Ava la siguió.
—Tengo que llamar a Maggie...
En ese momento Vynx se interpuso en su camino.
—¡Esperen! No pueden contar todo lo que sabemos —indicó ella con las manos en alto—. Los diarios de Agatha se harían públicos... sería un desastre.
—¡Han secuestrado a Bonnie! —exclamó Lonnie—. ¡Al carajo con los diarios!
—¡¿Estás hablando en serio?! —espetó Ava a Vynx.
Rachel pareció entender a qué se refería.
—Creo que podría tener razón —indicó luego de un momento.
Ava le clavó una mirada asesina.
—Si los medios se enteran sobre el contenido de esos diarios, no dejarán en paz a Bonnie —indicó ella apesadumbrada—. Vivirá oyendo cosas horribles de su abuela...
El rostro de la muchacha pareció suavizarse un poco.
—Pero debemos avisar a la policía —dijo más calmada.
Rachel le puso una mano en su hombro.
—Por supuesto....
Bonnibel White.
Edad: 11 años.
DESAPARECIDARachel engrapó su último cartel impreso al poste de luz.
Observó por un momento la fotografía sonriente y luego se marchó.
Habían pasado casi doce horas sin noticias de su paradero.
El oficial Martínez había presumido inicialmente que Bonnie se había escapado por la rabieta del perro, pero cuando le mostraron la caja que habían encontrado en su habitación, la expresión del policía cambió. Parecía que hubiese visto la caja de Pandora.
Rachel lo conocía, era un joven amable, y él sabía que ella había recibido una caja similar antes de ser atacada por Eddie, por lo que la interrogó para intentar vincular el caso.
Maggie estaba desconsolada, al igual que Ava.
Imprimieron carteles que luego colgaron por los alrededores del pueblo, y se sorprendieron de cuántas personas se habían ofrecido a colaborar. Al parecer Maggie había ayudado a muchas almas y ellas no dudaron en devolver el favor.
Un grupo se dedicó a buscar en el bosque, aunque era tan grande que solo pudieron abarcar unos cuantos kilómetros. Su propio padre había formado parte del grupo.
Mientras tanto, en el hospital, el estado de Agatha se había estabilizado y ahora se encontraba sumida en un largo sueño mientras continuaba respirando de manera asistida.
Probablemente estuviese esperando a que su nieta apareciera sana y salva para poder partir.
—¿Has tenido suerte? —le preguntó Rachel al verla llegar.
Lonnie negó con la cabeza decepcionada.
El collar oscuro parecía haber desaparecido, al igual que Bonnibel.
Su rostro tenía mejor aspecto, aunque su madre había desconfiado al verla.
—He buscado por todos lados —señaló Lonnie negando con la cabeza.
Luego se volteó y le hizo un gesto hacia su casa.
—Tu madre me ha dicho que entres —dijo—. Creo que la vi espiándote por la ventana.
Se encontraba más paranoica de lo normal, pero nadie podía culparla.
—Sí, yo también la vi.
Se dirigieron al interior de la casa, al tiempo que el sol terminaba de esconderse.
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El Lobo está viniendo
Mystery / ThrillerSaga "El Lobo" Libro 1 "El Lobo está viniendo" La fina línea que separa la realidad de la fantasía se vuelve borrosa cuando Rachel, una chica de diecisiete años, comienza a convencerse cada vez más de que su hermano pequeño morirá antes de su próxim...