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      Las muchachas estaban reunidas en el Milk, excepto por Rachel que aún se preparaba para salir, quería llegar temprano para ayudar con los arreglos. Se puso un short de jean claro y una remera sin mangas de color gris. Luego su largo cárdigan y por último, tomó la máscara que Agatha le había hecho y la aventó dentro de la mochila. Se miró por unos segundos al espejo, se alisó el cabello y dejó a la vista el collar de Luna de su abuela. Bajó para despedirse de sus padres, quienes se encontraban tomando una copa de vino en la sala mientras charlaban.
—Dice que ya se ha escapado varias veces y que siempre regresa a su antigua casa —le decía Abbie a Shin—. Es una pena que le esté costando adaptarse.
Se estaban refiriendo a Bonnie.
—No sé cómo Maggie puede con todo. Se hizo cargo de la hija de su hermana cuando ella desapareció de la nada y ahora también cuida de Agatha y Bonnie.
—No desapareció, es fotógrafa y se encuentra de viaje —intervino Rachel, algo molesta. Su madre a veces pecaba de curiosa y solo parecía que le interesaba el chisme.
—¿Ava te ha dicho eso? Pobre niña... —soltó con un suspiro—. Maggie me confesó que su hermana nunca había querido ser madre y por eso se fue.
Rachel abrió grande los ojos, incrédula.
—¿De verdad?
—Sí, y le recriminó que solo había tenido a Ava por la presión que ejercía Maggie sobre ella —decía moviendo la cabeza, decepcionada—. Supongo que no todas las personas están hechas para ser padres.
Esperaba que su amiga no lo supiera nunca, aquello podría devastar a cualquiera.
—¿Ya te vas? —le preguntó su padre.
Ella asintió con la cabeza.
—Escríbeme y pasaré a buscarte. ¿Llevas tu móvil?
—Sí —dijo palpando su bolsillo para asegurarse.
—¿Verán luego el eclipse con Maddie? —indagó Abbie.
—Ese es el plan, aunque no será lo mismo a distancia —confesó, algo decepcionada.

...

Llegó temprano, cuando el sol recién comenzaba a esconderse. Lonnie acomodaba unos globos de color plateado junto a otros negros mientras que Vynx terminaba de limpiar las mesas. Ava estaba detrás del mostrador, con una pila de vasos de plástico.
—¡Rei-Rei! —exclamó acercándose a ella al verla entrar— ¡Llegas justo a tiempo! ¿Me puedes ayudar con esto? ¡Los invitados vendrán en menos de una hora!
La arrastró detrás del mostrador y la dejó con la pila de vasos mientras desaparecía con paso apresurado hacia la parte de atrás del lugar.
—Se está volviendo loca —informó Lonnie mientras tomaba una escoba—. Nunca, pero nunca, dejes a Ava a cargo de la organización.
—Si me hubiese hecho caso, no estaríamos haciendo esto a último momento —protestó Vynx.
Dos segundos después la joven de rodetes turquesas apareció arrastrando un cartel más largo que ella misma.
—¿Qué les parece? —preguntó sonriente—. Lo encargué hace unos días.
"Moonlight Party" leyó cuando finalmente logró estirarlo, y en letras más pequeñas decía: "Fiesta de máscaras".
—Me gustaba más "Luna lechosa" —bromeó Lonnie.

...

La música de la rocola sonaba estridente mientras el lugar comenzaba a llenarse. Máscaras de todo tipo se paseaban por el lugar, el tema de la fiesta irónicamente había atraído a multitudes de lobos, así como también a variedades de otros animales. Gorilas, monos, gatos y conejos deambulaban por todo el Milk.
—¿Qué puedo servirles? —preguntó Ava sonriente a la pareja que se había acercado a la barra.
El muchacho tenía una peculiar máscara de tótem hawaiano mientras que su novia lucía un delicado antifaz con detalles dorados.
—Dos cervezas —indicó el joven.
Ava le señaló un cartel que se encontraba a su lado. "¡No vendemos alcohol!", decía con una carita triste. Ambos comenzaron a quejarse.
—Quizá les gustaría probar las nuevas "Moon shakes" —agregó rápidamente—. Son sin cargo por haber comprado sus máscaras en Masques Noir.
—¡Genial! —exclamó la muchacha del antifaz dorado.
Rachel, quien estaba a su lado, era la encargada de las bebidas, así que sirvió ambas malteadas en unos vasos negros y se las entregó. Antes de que la pareja se fuera, Ava agregó:
—Más tarde haremos un pequeño sorteo cortesía de Masques Noir y el Milk— indicó entregándole unos papeles negros con números plateados—. En donde podrán participar por una merienda para dos y muchos premios más.
Rachel se secó las manos con un trapo limpio y se acercó a su amiga.
—Continúan pidiendo cerveza... —dijo con un suspiro.
—Lo sé, pero si mi tía se enterase de que trajimos alcohol aquí, me mataría—estableció Ava.
Cuando una joven de tez morena se acercó a la barra, ella se apresuró a poner una gran sonrisa.
—¡Hola! ¿Qué puedo servirte esta noche?
Acomodó su antifaz violeta con cuernos y dijo:
—Una cerveza, por favor.
Rachel trató de ocultar su sonrisa.

...

El Lobo está viniendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora