hateful love. ᵗᵉʳᵐⁱⁿᵃᵈᵃ

7

Lo primero que pienso cuando me despierto es: Carajo, me duele la cabeza.

Abro los ojos lentamente y, una vez que finalmente se enfocan, me doy cuenta de que estoy mirando el techo de la enfermería.

Espera, ¿cómo llegué aquí?

Extiendo la mano y siento la venda gruesa y blanca en mi frente.  Luego miro mis manos y veo que están cubiertas por los mismos vendajes.

Acabo de empezar a despegarlos, curioso por saber por qué están vendados, cuando Madame Pomfrey se acerca y empuja mis manos hacia las sábanas.

—¡No te las quites todavía, niña tonta! Ya he tenido suficientes problemas con él, ni siquiera me hagas empezar...

Ella se aleja, refunfuñando para sí misma en voz baja. Giro la cabeza para ver a quién se refería con "él" y, para mi disgusto, veo a Draco Malfoy acostado en la cama junto a la mía.

Tiene un corte en la mejilla y un brazo está cubierto con vendajes, —¿Qué estás mirando, Jackson? —grita, sorprendiéndome mirándolo.

—Nada. — respondo automáticamente — ¿Por qué estás aquí?

Malfoy resopla, luego dice, —Porque estaba salvando tu lamentable trasero. Fue un gran error.

—¿De qué estás hablando? —pregunto lentamente, tratando de recordar lo último que recuerdo antes de desmayarme. Los trozos de caldero y la poción ardiente se dirigían directamente hacia mí, pero entonces... pero luego...

Me vuelvo hacia él con incredulidad, y mi cabeza se siente mareada pero estoy demasiado sorprendida para darme cuenta.

—Espera un minuto, ¿fuiste tú quien me empujó fuera del camino, cuándo explotó el caldero?

—Desafortunadamente.

—Esto es una broma. —respondo después de un momento, mirando su rostro sonriente— Me odias.

Ante esto, se ríe a carcajadas, —Es verdad, Jackson. No sé qué me pasó cuando te empujé fuera del camino, créeme.

—Pero-pero... ¿por qué explotó?

La cara de Malfoy se oscurece y espetó, —Blaise solo estaba siendo un idiota y te dio el polvo equivocado. Sabía que no era el correcto, pero no pensó que realmente explotaría.

—Oh... —me detuve, sin saber qué decir a eso.

Nos sentamos en un incómodo silencio hasta que recuerdo que, justo antes de la explosión, Malfoy me había llamado por mi nombre, — Malfoy, cuando me gritaste que no pusiera el polvo, no me llamaste Jackson. Me llamaste...

—¡Cassie!

Miro hacia arriba, sorprendida, y veo a Matt corriendo hacia mí.

Se ve increíblemente aliviado cuando llega a mi cama y toca mi mano vendada. Malfoy pone los ojos en blanco y se da vuelta en la cama, murmurando algo sobre cómo ambos lo disgustamos.

—¿Estás bien? —Matt se preocupa, mirando a mi cabeza envuelta— Escuché a alguien gritar, así que me di la vuelta y vi la explosión, pero estaba demasiado lejos para hacer algo y...

—Matt... —lo interrumpo suavemente— estoy bien.

Sonríe un poco y noto que está mirando discretamente mis labios. ¿Acaso tengo algo malo? Matt frota mi brazo, enviando escalofríos por mi columna vertebral, diciendo en voz baja:
—Estaba tan preocupado.

Lo siguiente que sé es que me está besando.

No lo esperaba, pero en el segundo en que me doy cuenta de que él siente lo mismo por mí, es todo lo que puedo hacer para no arrancarle la camisa. Pero me las arreglo para controlarme y solo le devuelvo el beso suavemente, sin lengua ni nada.

Eventualmente se aleja, y ahí es cuando noto que Malfoy salió de la habitación.

No presto mucha atención a esto, y solo me sonrojo ante Matt, sintiendome tan, tan feliz.

—¿Qué diablos está pasando aquí? —me doy la vuelta y veo a Madame Pomfrey acercándose rápidamente, y veo como comienza a empujar a Matt hacia la puerta, diciendo en voz alta, —¡No puede recibir visitas todavía! ¡Fuera, fuera!

Matt se gira cuando ella lo obliga a salir por la puerta y, tan rápido como puede, se ríe, —Nos vemos más tarde

Dijo antes de que Pomfrey le cierra la puerta en la cara.

Apenas puedo contener mi risa mientras ella se acerca a mí, murmurando sobre los jóvenes de estos días.

Pomfrey está revisando debajo de las envolturas alrededor de mi cabeza cuando Malfoy vuelve a entrar a la habitación, aparentemente después de haber estado en el baño.

—Eso —dice mientras se recuesta en la cama— fue asqueroso. Jackson.

Le sonrío, respondiendo con un simple, —lo que sea.

—Bueno. —Madam Pomfrey acaricia las vendas en mi cabeza y dice— Sr. Malfoy, eres libre de irte. Te curé bastante bien el brazo, pero tú… —me señala—, debes quedarte a pasar la noche. Las lesiones en la cabeza pueden ser especialmente peligrosas y me niego a correr riesgos.

Es el turno de Malfoy de sonreírme mientras murmuo.

Mierda, pasar la noche en la enfermería no es mi idea de un buen momento.

Pomfrey se mueve a la cama de Malfoy para quitarle todas las vendas. Tan pronto como termina, Malfoy sale disparado de la cama y camina rápidamente hacia la puerta.
Miro su espalda en retirada mientras Pomfrey cambia mis vendajes. Bastardo suertudo.

Pomfrey está reemplazando los vendajes viejos por unos nuevos cuando Slughorn entra, luciendo muy nervioso.

—Señorita Jackson, ¿se encuentra bien? Escuché la explosión, pero estaba demasiado lejos para hacer algo para ayudar. —Finalmente me sonríe y continúa— Tienes mucha suerte de que el Sr. Malfoy estuviera allí. Por lo que vi, esos pedazos de caldero seguramente te habrían matado.

Lo miro y empiezo a sudar.

—¿Qué? Pero... pensé que no era tan serio.

—Ciertamente se veía serio desde donde estaba parado. La mesa detrás de ustedes dos estaba completamente destruida. ¡Me tomó casi una hora arreglarla!

Miro las sábanas, sintiéndome extremadamente confundido. Malfoy realmente... me salvó.

Niego con la cabeza, diciéndome a mí misma que probablemente fue solo una cosa de una fracción de segundo, que probablemente ni siquiera lo había pensado.

—Bueno, parece que estás en buenas manos.

El profesor me sonríe una vez más y me da una suave palmada en la mano. Luego agrega en broma, —Ahora, espero verte en mi clase a tiempo mañana. ¡Sin excepciones!

Tan pronto como Slughorn se fue, me hundí en la cama y me cubrí con las mantas hasta la barbilla. Estoy tan confundida.

¿Un minuto Malfoy me insulta por ser un idiota, y al siguiente me salva? Cierro los ojos, pensando que probablemente nunca podré entenderlo.

Y no estoy segura de querer hacerlo.