hateful love. ᵗᵉʳᵐⁱⁿᵃᵈᵃ

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El viaje de regreso a Hogwarts se sintió extremadamente solitario sin Luna. Todos estuvimos nerviosos durante todo el viaje, como si tuviéramos miedo de que los mortífagos detuvieran el tren nuevamente y se llevaran a otra persona. Pero llegamos a Hogwarts sin incidentes, y otras tres semanas pasaron de la misma manera.

Sin embargo, estoy empezando a preocuparme seriamente por Neville. Quiero decir, sé que él realmente se preocupa por Luna y que estaría molesto después de lo que pasó, pero nunca pensé que actuaría así. Solo habla con la gente de vez en cuando y, a la hora de las comidas, casi siempre se sienta en la esquina meditando intensamente. Me aterroriza que vaya a hacer algo estúpido, como averiguar dónde tienen a Luna y tratar de recuperarla. Incluso le conté lo que dijo mi madre durante las vacaciones, pero no parecía menos preocupado. Neville parece tener poco interés en algo hoy en día, y mucho menos en sus clases, y he escuchado que rara vez sale de su dormitorio.
Así que no hace falta decir que estoy más que un poco sorprendido cuando se me acerca el sábado por la mañana y me pregunta si quiero ayudar a enseñar el segundo año después de clases.

—Espera, ¿de verdad? —Le pregunto en estado de shock mientras otros estudiantes se apartan de las mesas del comedor después del desayuno, probablemente regresando a sus salas comunes ya que hay demasiada nieve para hacer algo afuera. Me levanto y me giro para enfrentar a Neville, poniendo mi tostada sin terminar de vuelta en mi plato—¿Las lecciones todavía están sucediendo?

Me mira y se encoge levemente de hombros, moviendo los pies de un lado a otro mientras el Gran
Hall se vacía lentamente.
—Sí, quiero decir... Luna no querría que nos detuviéramos, así que...

Muerdo mi labio ante la expresión de Neville, resistiendo el impulso de tratar de consolarlo, porque sé que no hay forma de que pueda hacerlo sentir mejor. En cambio, asiento y digo con una pequeña sonrisa:
—Tienes razón. Sí, por supuesto que te ayudaré.

—Genial... —dice Neville, palmeándome el hombro— Gracias, Cassie. ¿Puedes venir ahora?

—¿Qué? ¿Ahora? —Tartamudeo. Pensé que se refería a más tarde esta tarde, no en este momento. Ni siquiera sé qué les estaremos enseñando.

Neville suelta una especie de risa, que es más de lo que he recibido de él en semanas, y responde:
—Estamos haciendo una transfiguración. ¿Sabes, transformando animales en tazas? Necesito que me ayudes a conjurar algunas ratas para que utilicemos.

Gimo antes de poder detenerme; odio las ratas. Pero con la mirada que me está lanzando Neville, no hay forma de que pueda decir que no. Suspirando pesadamente, murmuro a regañadientes,
—Está bien, vamos.

Para cuando lleguemos a la Sala de los Menesteres,
Ginny ya ha comenzado a prepararse transfigurando
Every Flavor Beans de Bertie Bott en ratas por segundo año. Tratando de no encogerme al ver todas las ratas corriendo en las jaulas, sigo a Neville adentro y comienzo a ayudar a Ginny a pesar de lo asqueada que estoy.
Después de veinte minutos, ha llegado la mayoría de los de segundo año y todos los frijoles se han transfigurado en ratas.

Los tres conseguimos que el grupo de estudiantes se separe un poco, y trato desesperadamente de ignorar cuán pocos niños hay en comparación con cuántos había antes del descanso mientras comienzo a explicar cómo realizar el hechizo. Me doy cuenta de que muchos niños deben haberse quedado en casa durante las vacaciones y no se molestaron en volver a Hogwarts. Para ser honesta, no los culpo.

Una vez que los de segundo año han recogido su propia rata y han comenzado a practicar el hechizo, camino para tratar de ayudar a cualquiera que tenga problemas. Un niño cerca de la esquina parece que no puede pronunciar el hechizo correctamente y claramente se está frustrando, ya que sigue golpeando a la rata con su varita enojado.