hateful love. ᵗᵉʳᵐⁱⁿᵃᵈᵃ

.-𝙚 𝙥 𝙞 𝙡 𝙤 𝙜 𝙤 -.

.- 𝚍𝚒𝚎𝚌𝚒𝚗𝚞𝚎𝚟𝚎 𝚊ñ𝚘𝚜 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚞𝚎𝚜 -.

El vapor del tren se eleva por encima de la multitud, las familias saludan a todos sus hijos mientras abordan el tren hacia el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
-¿Tienes tu bolso, Brianna? -Le pregunto con preocupación, manteniendo una mano en su hombro para dirigirla en la dirección correcta-Por favor, no lo pierdas, cariño, tiene algunos de tus libros.

Ella me mira mientras nos abrimos paso hacia el tren, señalando la correa de su hombro y diciendo exasperadamente:
-Está aquí, mamá.

Miro por encima del hombro para ver a Draco atravesando la barrera con Scorpius y Mara, los tres agachándose entre la multitud de padres y estudiantes para acercarse a nosotros.

-¿Estacionaste bien el auto?-Le pregunto a Draco cuando finalmente nos alcanzan, tratando de contener una sonrisa. Le tomó tanto tiempo obtener una licencia muggle, y sé los problemas que tiene para estacionar esa estúpida cosa.

Draco abre la boca para responder cuando Mara lo interrumpe, sonriendo,
-Deberías haberlo visto, mamá, ocupó dos espacios.

-Traidora. -dice Draco, levantando una ceja hacia su hija pero sin poder evitar la pequeña sonrisa en su rostro-Te dije que no le dijeras a tu madre.

Me acerco e intento enderezar la chaqueta de Scorpius, dándole una mirada severa cuando trata de esquivarme fuera de mi alcance.
Draco va a ayudar a Mara a cargar su baúl en el tren, mientras Brianna mira nerviosamente a los estudiantes que abordan.

-Serás amable con Mara este año, ¿verdad?- le digo a Scorpius, mirándolo directamente a los ojos mientras arreglo su chaqueta, viendo ojos que son exactamente del mismo tono que Draco. -Ambos tienen catorce años ahora, no quiero recibir otra carta diciendo que ustedes dos han estado peleando en clase.

-¡No es mi culpa que sea tan sarcástica!

-Lo sé, pero ustedes son gemelos, se supone que deben llevarse bien...

Scorpius finalmente se las arregla para apartar mis manos cuando voy por su cabello, poniendo los mechones rubios decolorados en su lugar él mismo.

-Está bien, está bien, no me asfixies...

Draco termina de poner los baúles en el tren y regresa, Mara se queda atrás para alcanzar a la hija de Cho, quien también tiene 14 años. Draco apoya su mano en el hombro de Scorpius y se inclina ligeramente para estar al nivel de sus ojos. Hablando en voz baja para que nadie a nuestro alrededor nos escuche, Draco dice:
-Escucha. No dejes que ninguno de tus amigos te presione para que hagas algo que no crees que sea correcto, ¿de acuerdo?

-Papá...

-Hablo en serio. -Interrumpe Draco, dándole un ligero apretón en el hombro. -El hecho de que estés en Slytherin no significa que tengas que actuar como el resto de ellos.

Scorpius pone los ojos en blanco, pero de mala gana responde:
-Bien. ¿Puedo irme ahora?

-Sí. Dale un beso a tu madre.

Draco se endereza y yo me acerco a Scorpius para que pueda darme un beso rápido en la mejilla. Me aparto y presiono mis labios en su frente, susurrando,
-Pórtate bien. -Antes de finalmente soltarlo y verlo subir al tren.