hateful love. ᵗᵉʳᵐⁱⁿᵃᵈᵃ

50

—Él... ¿qué?

Blaise levanta la vista de la carta y puedo decir por su expresión que no lo he escuchado mal. Da un paso atrás y se sienta en su cama en estado de shock, tartamudeando:
—No dice por qué. Solo eso, solo que la mató.
Hace dos semanas.

De repente me doy cuenta de que tengo la boca abierta inútilmente, así que rápidamente niego con la cabeza y echo las mantas hacia atrás. Balanceando mis piernas fuera de la cama y parándome un poco inestable, digo con una voz ligeramente temblorosa:
—Déjame ver eso.

Me entrega el pergamino sin decir una palabra y
estoy demasiado preocupado para ver que me está mirando atentamente con lástima en sus ojos. Sostengo la carta de mi padre a contraluz, la escaneo apresuradamente y solo leo breves partes.

Increíble, sigues ignorando nuestras cartas después tanto tiempo.
Samantha Yaxley ha sido asesinada por el Señor Oscuro... quiere verte... tu madre y yo estamos absolutamente aterrorizados. Regresa a casa de inmediato.

Cuando levanto la vista de la carta, Blaise se frota los ojos con cansancio y deja escapar un profundo suspiro. El papel tiembla en mis manos debido a mis dedos temblorosos mientras lentamente pregunto:
—¿Por qué... por qué crees que la mató?

Blaise me mira en la penumbra, ambos ignorando los ronquidos de Crabbe en la esquina. Él responde en voz baja:
—No lo sé, amigo. No lo sé.

Trago saliva, sin saber qué pensar.

¿Qué diablos pasó? ¿Qué podría haber hecho Samantha para que el Señor Oscuro quisiera matarla? Mi estómago se revuelve mientras pienso, ¿Y por qué diablos quiere verme?

—Mira, amigo —dice Blaise después de un momento en el que me quedé ahí parado, mirando fijamente al suelo y pensando—. Sólo vete a casa. Ve a ver a Snape, te dejará Desaparecer.

Asintiendo lentamente, miro hacia arriba para ver a Blaise mirándome como si estuviera preocupado de que lo pierda. Pero simplemente arrugo la carta en mi mano y la tiro a la papelera, alcanzando a ponerme la camisa de nuevo mientras respondo en voz baja:
—Sí. Bueno.

Me cambio lo más rápido que puedo, esforzándome por detener el flujo constante de pensamientos que empeoran considerablemente; es posible que me enferme físicamente solo por preocuparme. Me estoy poniendo la chaqueta cuando Blaise pregunta con cuidado:

—¿Qué le vas a decir a Cassie?— Me congelo, un brazo medio levantado en el aire. No hay forma de que pueda saberlo, nadie lo sabe. No puede saberlo.—Vamos, Draco. —Dice Blaise, al ver mi expresión— La forma en que reaccionaste cuando Flint la insultó la semana pasada... Puedo decir que todavía están juntos. Pero relájate, no se lo diré a nadie. Sé que estás tratando de mantenerlo en secreto.

Goyle se da la vuelta en sueños de repente, y mi corazón prácticamente se detiene. Si ha escuchado algo de esto, se acabó. Pero sus ronquidos se reanudan rápidamente y dejo escapar un suspiro cuando me doy cuenta de que ha estado durmiendo todo este tiempo. Vuelvo a Blaise y gritó con dureza:

—Si le dices algo sobre ella y yo a alguien, te mataré.

—Cristo Malfoy, acabo de decir que no iba a hacerlo.— responde Blaise.

Me calmo un poco, y hay un momento de tacaño silencio antes de que él pregunte con cautela:
—¿Quieres que le diga por qué vas a volver a casa?

Gimo y me froto la cara, más furioso conmigo mismo que con él.
—No. Yo solo... no lo sé.

No puedo ver la cara de Blaise mientras abrocho la parte inferior de la chaqueta de mi traje, así que continúo un poco suplicante:
—¿Podrías decirle que no volverá por un tiempo? No puedo arriesgarme a mandarle una lechuza, y tampoco sé cuándo mis padres me dejarán volver, si es que me dejan volver.