hateful love. ᵗᵉʳᵐⁱⁿᵃᵈᵃ

60

Me siento en el suelo junto al sofá, agarrando la mano de Katherine con fuerza mientras duerme. Parpadeando somnolienta, miro su rostro tranquilo y pacífico y me pregunto cómo diablos todo había ido tan mal.

Todavía no se siente real. Draco la llevó de regreso a la Sala de los Menesteres alrededor de las cuatro de la mañana, sosteniéndola al estilo nupcial mientras se veía... normal de nuevo. Era extraño, no me enojé con Draco por encerrarme dentro de la habitación; una vez que dejó a Katherine en el sofá, lo agarré con fuerza y ​​lo sostuve todo el tiempo que pude.
Draco me dijo que cuando encontró a Katherine en el castillo, ella estaba sentada en un rincón sujetándose la cabeza de nuevo.
Después de preocuparse por él y asegurarse de que estaba bien, Draco me dijo que volvería y se aseguraría de que nadie saliera herido.

Han pasado tres horas y todavía no ha vuelto.
Me muerdo el labio y miro hacia la puerta de la habitación de Requisito por lo que debe ser la vigésima vez, rezando para que Draco se esté asegurando de que nadie haya visto a Katherine anoche. Mi cabeza todavía da vueltas por lo que está sucediendo, y sigo mirando a Katherine con inquietud. Como si tuviera miedo de que ella saltara y se transformara de nuevo.

Me froto los ojos y bostezo con cansancio.
No pude dormir anoche; pasé todo el tiempo que Draco estuvo paseando por la habitación, volviéndome loca de preocupación. Ahora, lo único que me mantiene despierto es preguntarme por qué Draco tarda tanto.

Mi mente comienza a divagar y mi imaginación comienza a conjurar una lista de infinitas y terribles posibilidades.

¿Y si los Carrow lo atraparon por salir tan temprano? ¿Y si alguien resultó herido por Katherine anoche? ¿y si Draco está tratando de salvarles la vida ahora mismo? ¿Y si...

Escucho un pequeño y leve sollozo a mi izquierda. Giro mi cabeza para ver que los ojos de Katherine están abiertos y están llenos de lágrimas no derramadas. Sentándome y acercándome a ella, inspecciono el color de sus ojos con cautela. Son azules, como de costumbre.

Con un pequeño suspiro de alivio, le doy un apretón en la mano y le pregunto:
—¿Cómo te sientes?

Su rostro se arruga mientras trata de no llorar y no responde.
Tan silenciosamente como puedo, pregunto:
—¿Recuerdas lo que pasó?

Las lágrimas se derraman por las comisuras de sus ojos y bajan por sus mejillas mientras asiente. Mis ojos comienzan a lagrimear al verla así, así que me enderezo para sentarme a su lado en el sofá y acerco mi otra mano a la de ella. Katherine se sienta y me rodea con sus brazos, y la abrazo con fuerza mientras ella comienza a llorar más fuerte. Paso mis dedos por su cabello y susurro reconfortante, haciendo todo lo que puedo para no romperme también. Susurro suavemente:
—Está bien, Katherine. Estás bien, todo está bien.

—¡Pero no es así! —Solloza, alejándose de mí y mirándome con los ojos inyectados en sangre—Ya nada está bien, soy una...

Ninguno de las dos puede atreverse a decirlo. Agarro su mano y me ahogo,
—Pero estás bien, nadie resultó herido

—¡Casi lastimo a alguien! —Llora Katherine, incapaz de mirarme a los ojos nunca más.—Creo que... lo lastime... ¡Malfoy! ¿Cómo pude?, lo siento tanto, lo siento, lo siento...

La abrazo de nuevo mientras ella se disuelve en un ataque de sollozos devastadores, incapaz de decir nada alrededor del nudo en mi garganta. Me está matando verla así, tan molesta consigo misma. Me muerdo el labio cuando me doy cuenta de que no tengo idea de lo que puedo decir para mejorar esto.

Nos sentamos así durante mucho tiempo, aferrándome a Katherine mientras solloza mientras yo trato de no llorar. No sé cuánto tiempo pasa, pero finalmente Katherine deja de llorar y se acuesta contra mí, respirando con dificultad e hipando ocasionalmente. Froto su espalda reconfortante, sin animarme a decir nada.