hateful love. ᵗᵉʳᵐⁱⁿᵃᵈᵃ

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CASSIE'S P.O.V

Faltan menos de una semana para las vacaciones de Navidad y, para ser sincero, no veo la hora de salir de aquí. Claro, me perderé de ver a Cho y Katherine, Luna e incluso algunos Gryffindors de mis clases, pero la idea de estar lejos de los Carrows durante una semana entera suena como una bendición. Y Draco ha planeado un lugar de encuentro para nosotros en la víspera de Año Nuevo, aunque tendrá que ser en privado.
Sería bueno actuar con normalidad el uno con el otro en algún lugar que no sea la Sala de los Menesteres.

De alguna manera, es un poco más fácil ignorar a Draco en público cuando sabe por qué lo hago. Estoy bastante seguro de que Amycus no sospecha nada, y la única persona que sabe que volvemos a estar juntos es Katherine. Consideré mentirle esa noche y decirle que Draco y yo no lo resolvimos, pero no pude evitar sonreír cuando volví a nuestro dormitorio. Para Katherine era obvio que su estúpido plan había sido un éxito.

Estúpido, tal vez, pero definitivamente funcionó. Draco y yo a veces nos encontramos en la Sala de los Menesteres, ciertamente con menos frecuencia que a principios de año.

Cada vez que voy a verlo, me asusta tanto que uno de los Carrows nos atrape a cualquiera de nosotros en el camino a la Sala de Requisito, que en varias ocasiones, casi me doy la vuelta y deseo volver a la sala común.
Pero la idea de estar solos, volver a ser normales con Draco es siempre demasiado tentadora.

Y nuestras reuniones juntos valen la pena el riesgo.

Nos acurrucamos en el sofá junto al fuego y hablaremos en voz baja; cuando nos quedamos sin cosas que decir, simplemente nos quedamos sentados juntos en silencio y nos abrazamos en la oscuridad que se avecina. Sé lo cursi que suena, pero en realidad me siento segura de nuevo cuando estoy con Draco.

—Cassie Jackson, no te lo volveré a preguntar.
Miro hacia arriba a través de mi ensueño para ver
MCGonagall mirándome desde el frente de la habitación. Murmurando una apresurada disculpa, me pregunto cuánto tiempo no he estado prestando atención y cuánto me he perdido.

Pero una mirada a la pizarra me dice que no me he perdido mucho de nada; todavía está tan en blanco como cuando entré por primera vez. McGonagall, con su rostro cansado y tenso, ha estado divagando sin rumbo fijo durante la última hora sobre las cosas que aprendimos el año pasado. Pero con lo agotada y triste que se ve, ninguno de nosotros ha tenido el corazón para decírselo.

Reprimo un bostezo y trato de prestar atención, pero la campana corta el final de su discurso sobre cómo convertir las púas en serpientes puede ser peligroso. MCGonagall murmura algo sobre continuar la lección de la próxima clase, pero está claro que ninguno de nosotros está escuchando mientras recogemos nuestras maletas y nos dirigimos hacia la puerta.
Algo realmente debe estar molestando McGonagall hoy; no suele estar tan distraída.

Esperamos pacientemente a que McGonagall pase hasta el frente de la puerta, y nadie se queja de lo lento que camina mientras nos lleva a Pociones.
De alguna manera, no llegamos a seis metros por el pasillo antes de que vea a Draco dirigiéndose en nuestra dirección con el resto de su clase. Permito que mi cara se ponga en blanco mientras se acerca a mí, y respiro profundamente mientras la distancia se cierra entre nosotros.

Aunque no puedo ver su rostro, sé que Draco está mirando hacia otro lado cuando nos cruzamos. Tengo que reprimir una sonrisa cuando su olor se apodera de mí, lluvia, como siempre. Pero me las arreglo para mantener mi expresión en blanco, aunque solo un poco rota.
Draco pasa a mi lado y nadie susurra ni dice nada.

Cuanto más lo pienso, más me doy cuenta de que Draco y yo nos hemos vuelto demasiado buenos en esto.

DRACO'S P.O.V