hateful love. ᵗᵉʳᵐⁱⁿᵃᵈᵃ

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DRACO'S P.O.V

Lo primero que golpeo es la puerta cerrada.
Golpeo con ambas palmas, el marco de la puerta de madera se agita peligrosamente y amenaza con ceder. Curvo mis dedos contra la madera y dejo escapar una especie de grito frustrado que espero que Cassie no pueda oír mientras se aleja de mí por el otro lado.
Pero esto no alivia mi ira lo suficiente, así que me vuelvo furioso y lanzo mi brazo sobre la mesa pequeña más cercana a mí. El jarrón sale disparado hacia la derecha y se rompe contra el suelo, haciendo que pedazos de arcilla, flores y agua giren sobre la piedra.
Agarro la mesa con los dedos temblorosos y la rasgo hacia abajo, una de sus patas de madera golpea contra el suelo en una pequeña lluvia de astillas.

No estoy enojado con Cassie. Realmente no.

Me odio a mí mismo.

Estoy ciego de rabia cuando me doy la vuelta y pateo la mesa de café junto a la chimenea de lado. La mesa se derrumba con un fuerte estruendo, pero apenas lo escucho.
Los libros caen al suelo y sus páginas se arrugan juntas, algunas hojas sueltas salen volando. Los pedazos de papel se rompen bajo mis pies cuando me detengo por un momento, de pie junto a la mesa volcada y respirando con dificultad, aprieto y abro los puños repetidamente, mirando la serie de libros caídos pero sin verlos realmente.

La voz de Cassie se repite dentro de mi cabeza como un disco rayado, y me encuentro rápidamente cada vez más enojado.

Confié en ti, pero me mentiste... Se supone que soy tu novia... Mierda, Draco Malfoy. Se supone que debemos confiar el uno en el otro y contarnos todo el uno al otro, pero nunca puedes hacer eso... Cállate, no quiero escucharlo, me voy... no sé.

Las velas de la pared se apagan repentinamente en una nube de humo, una brisa fría agita la habitación y agita los papeles sueltos a mi alrededor. Miro hacia arriba oscuramente para ver que todo en la habitación está perturbado por alguna fuerza desconocida, que las cortinas de la ventana falsa y cerrada se elevan en el aire y las páginas de los libros a mis pies giran furiosamente por sí mismas. Toda la habitación está oscurecida y me giro a mi derecha para ver que el agua que rodea el jarrón destrozado tiembla como si hubiera un terremoto.
Entonces me doy cuenta de lo que es. Me agacho y agarro un mechón de cabello en cada puño, tratando desesperadamente de calmarme. El suelo bajo mis pies tiembla mientras trato de contener la magia, para dejar ir la ira antes de que toda esta habitación explote.

Aprieto los dientes con fuerza mientras el viento azota mi cabello, y escucho un rugido en mis oídos. Es más difícil de lo que parece simplemente olvidarme de estar furioso, especialmente cuando intento olvidar lo furioso que estoy conmigo mismo.

Trato de pensar en cualquier cosa menos en la pelea que acabamos de tener, y hago todo lo posible para sacar todo el asunto de mi mente. Obligo la ira a retroceder mientras me convenzo lentamente de que nunca sucedió.

El viento amaina gradualmente, las cortinas vuelven a la normalidad y las páginas del libro revolotean hasta el suelo. Con cautela, me suelto el cabello y levanto la cabeza, el único sonido en la habitación es mi respiración agitada.

Las velas se han vuelto a encender, la iluminación ha vuelto a su brillo original. Algunos papeles todavía están flotando de regreso al suelo mientras me paro lentamente, mirando a mi alrededor en la habitación completamente devastada.
Hay libros rotos por todas partes, hojas sueltas de papel esparcidas por el suelo. El agua del jarrón roto se ha extendido aún más y trozos de flores volaron por la habitación. Miro y veo que todo el sofá se ha movido hacia la derecha, como si alguien levantara un extremo y fallara miserablemente al lanzarlo. Miro hacia abajo para ver que mis dedos tiemblan terriblemente.