Acercándose de a poco con otra rosa en la mano, con la que tenía libre tomó mi mano derecha con delicadeza y la besó. Posteriormente me giró en el sentido de las agujas del reloj.
-Lo confirmo, absolutamente te ves perfecta -Aseguró Pablo.
-También se ve muy guapo señor Campos -Admití vergonzosa.
-Quisiera decir que esto sería un regalo para ti pero estaría mintiendo, porque te aseguro que es el mejor presente que podría estar recibiendo -Manifestó Pablo.
Me llevó hacia la mesa, corrió mi silla como todo un caballero permitiendo que me sentara, luego se sentó en frente mío, todo era perfecto.
-Voy a comenzar la noche pidiendo perdón -Comentó Pablo.
- ¿Disculpa? -Pregunté confundida y sorprendida.
-Voy a admitir que no es una comida muy indicada para a ocasión -Aseguró Pablo.
No entendía a qué se refería por lo que levanté lo que tapaba mi plato para descubrir que había un par de hamburguesas compradas y hasta en su empaque con marca, acompañadas de papas fritas, no pude evitar reírme.
-Veo que has pasado muchas horas del día preparando este plato -Comenté sarcástica.
Cuando un pedazo de pan hubiera está bien, cuando nada también hubiese estado bien, igualmente si hubiera tenido puesto mi vestido más viejo y gastado estaría bien. Porque no importaba ni como podría vestirse él o yo, ni si no había más que agua como alimento, lo único que era importante para mí es que en frente de mi vista él estuviera sentado.
-Es la mejor comida del mundo -Confirmé.
-No mientas, podría haberte traído sushi o algún plato fino -Comentó Pablo.
Cuando no tienes comida todos los días, no te importa que los platos sean finos, sólo importa que estén llenos aunque no tengan ni sabor.
-De verdad lo digo -Insistí.
Comenzamos a comer, hasta terminamos manchándonos la cara con los aderezos, no pudimos evitar reírnos de nosotros mismos, esto era vida.
-Esto parece un cliché, como esos libros que leíamos -Comentó Pablo.
-En los clichés no se sirven hamburguesas para cenar -Respondí.
Se hizo un silencio en el que su cara cambió completamente.
-Al menos en los clichés, existe el felices para siempre -Murmuró Pablo.
-Esta noche no hablemos de eso -Pedí.
Coloqué mi mano sobre la suya, la cual estaba sobre la mesa.
-Oriana me dijo que estaba enferma -Manifestó Pablo- Que es muy raro, que no sabía cuánto tiempo le quedaba.
-Lo sé, ella me lo contó esta mañana -Comenté.
- ¿Y le crees? -Preguntó Pablo.
- ¿Por qué mentiría? -Consulté- ¿Qué ganaría?
-Que me case con alguien que no quiero -Contestó Pablo.
No dijimos nada más sobre el tema, tenía en claro lo que le dolía esta situación, para mí tampoco era de mi agrado.
-Ella te quiere, a veces tenemos que quedarnos con quienes más nos quieren -Afirmé.
-No hablemos del tema, es nuestra noche -Pidió Pablo.
Ya habíamos terminado de comer, él se paró y me invitó con su mano a pararme. Hizo una pequeña reverencia, me dio un giro, con su mano derecha tomó mi cintura, acercando mi cuerpo al suyo, su otra mano la puso en su pecho mientras no soltaba mi mano, me acurruqué bajo su cuello y comenzamos a danzar mientras él cantaba una dulce canción: Todo era perfecto, su corazón latía tan fuerte como el mío. Definitivamente él era mi lugar favorito en el mundo, era una pena que no pudiera volver a disfrutar esto.
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Lamento Haberme Enamorado de tí
RandomCuenta la historia de Katrina, un alma rebelde que nunca sigue las reglas, viaja en busca de trabajo a la ciudad, aunque dentro de sus razones también se encuentra la venganza, luego de un par de días de búsqueda y sobreviviendo con lo poco que tení...