-Buenos días –Dijo Julián.
- ¿Qué? –Pregunté gritando- ¿Enserio me fui contigo?
-Lo dices como si hubiera sido lo peor del mundo –Contestó Julián.
-Sí, quisiera morirme en este momento –Mascullé.
- ¿Qué dijiste? –Consultó Julián.
-Dime al menos que no pasó nada –Pedí.
- ¿Nada de qué? ¿A qué te refieres? –Preguntó haciéndose el confundido.
-Ya sabes, eso –Insistí.
-No te entiendo –Dijo riendo Julián.
- ¡Sí me entiendes! –Exclamé- Si te estás riendo.
-No, te juro que no –Respondió Julián.
Y no pasaron ni cinco segundos hasta que volvió a reírse, como burlándose de la situación que me estaba preocupando tanto.
- ¿Dónde está el vestido que llevaba anoche? ¿Cómo es que tengo esto puesto? –Pregunté preocupada.
-Anoche te lo he quitado –Insinuó Julián.
- ¿Qué estás diciendo? –Grité y me sujeté la cabeza- No puede ser, no puede ser, no recuerdo nada.
-Tranquila, no es tan grave –Argumentó Julián.
- ¿Qué no es grave? –Pregunté muy alterada- ¿Acaso lo hicimos?
- ¿Hacer qué? –Consultó calmo Julián.
Y sus planteos idiotas me sacaban de quicio ya que estaba bastante segura de que entendía perfectamente a qué me estaba refiriendo. Tenía ganas de pararme y golpearlo pero no era momento para empeorar las cosas.
- ¡Deja de comportarte como un niño! –Exigí- ¿Hemos tenido relaciones?
Julián se quedó en silencio, como intentando desafiarme en algo que no tenía sentido.
- ¡Contesta! –Exclamé.
-No –Confirmó Julián- Sólo te cambié de ropa para que durmieras más cómoda.
- ¿Tanto alcohol tomé? –Consulté.
-Sí, tanto –Contestó Julián.
-No voy a tomar más –Murmuré.
-Todos dicen lo mismo, pero ahí están en otra fiesta con otro vaso de alcohol –Afirmó Julián.
Y en ese momento se me vino una idea a la cabeza que comenzó a inquietarme bastante.
-Dime que no estamos en tu casa –Pedí- Dime que ni tu madre ni tu hermanito están aquí a solo unos pasos.
-Estás en mi casa, en mi cama, y con mi ropa –Aseguró Julián.
- ¿Qué? –Pregunté sobresaltada.
-Mi madre está por traernos el desayuno –Respondió Julián.
-Esto tiene que ser una broma –Dije- ¿Cierto?
Julián empezó a reírse, quería golpearlo por estar comportándose de esta manera.
-Te ves tan tierna cuando te enojas –Comentó riendo Julián.
- ¿Tierna? ¿De verdad? –Pregunté.
-Estamos en el estudio, en el departamento de arriba –Afirmó Julián.
-Gracias a Dios –Dije y suspiré- Debería irme, mi familia debe estar preocupada.
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Lamento Haberme Enamorado de tí
RandomCuenta la historia de Katrina, un alma rebelde que nunca sigue las reglas, viaja en busca de trabajo a la ciudad, aunque dentro de sus razones también se encuentra la venganza, luego de un par de días de búsqueda y sobreviviendo con lo poco que tení...