Capítulo 33.

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  Emily continuaba sin aparecer, lo más difícil fue volver a mi casa sabiendo que no la habíamos encontrado, que no había ni siquiera llegado a cenar, Luna y su esposo Javier ya no sabían que hacer, no sabían cómo manejar esto, yo tampoco sabía, ¿Cómo enfrentas que tu hija desaparezca de un momento a otro? ¿Cómo podías dormir? ¿Cómo podías comer? ¿Cómo se podía vivir? Si era una niña que no había vuelto en horas.

Llegué llorando a mi casa, los labios hasta se me veían morados y estaban secos, no podía hacer otra cosa lamentablemente, caminaba lento aunque no tenía ni siquiera ganas de dar un paso más, terminé arrastrando mis pies. Mi madre me esperaba en la ventana con los brazos cruzados acompañados con una cara de enojo, terminó saliendo al verme acercarme.

- ¿Te parecen horas de llegar? –Reclamó gritando Sam.

Continuaba enojada pero eso sinceramente no me importaba, no tenía ni siquiera ganas de ocultar lo que me estaba movilizando para que el resto no se sintiera mal por esto. Sam al verme en este estado acabó desarmando su estructura.

- ¿Qué pasó Kat? –Preguntó preocupada Sam.

Yo no contestaba, tan sólo entré sin hacer ruido mientras mis lágrimas continuaban cayendo.

- ¡Habla Katrina! –Exclamó Sam- ¿Qué te pasó? ¿Por qué lloras?

- ¿Katita? –Nombró Denisse.

- ¡No lo soporto más! –Confesé.

- ¿Hablas de las cartas de Pablo? –Consultó Sam.

- ¡Al diablo con esas cartas! –Exclamé e hice una pausa donde suspiré- Emily no está.

- ¿Emily? ¿Qué Emily? –Preguntó confundida Sam.

-La niña a la que le doy clases los jueves, no volvió a su casa –Conté.

- ¡No puede ser! ¿Y dónde puede estar? –Manifestó Denisse.

-No lo sé, no lo sabemos, la hemos buscado junto a Luna sin obtener respuesta, no sabemos si está bien, si pasó hambre o frío, ¿Ya sentiste lo frío que se está poniendo por la proximidad de una tormenta? Y yo estoy aquí bajo mi techo cuando ella está en algún lugar que nadie sabe –Aseguré.

-No es tu culpa mi sol, no puedes hacer más de lo que haces –Afirmó Sam.

- ¿Y si pude haberlo hecho? ¿Y si hubiera llegado a tiempo a darle su clase y no me hubiera demorado? Si hubiese estado ahí treinta minutos antes como me correspondía Emily no hubiera salido a jugar y ahora estaría sentada en la misma mesa que sus padres y disfrutando de una deliciosa cena –Argumenté e hice una pausa- Pero no, no comerá lo que su madre le preparó porque ni siquiera ellos deben tener apetito, ni siquiera deben estar bajo un techo porque seguramente están ahí afuera buscando a su niña, y yo estoy aquí, teniendo la culpa de todo.

- ¿Cómo va a ser tu culpa Kat? –Planteó Denisse- Es una mera coincidencia, nunca serás responsable por algo así, ¿O acaso le pediste que lo hiciera? ¿O la llevaste a algún lugar del que no supiera como volver después? No fue así, relájate.

- ¡No puedo! –Exclamé- Quiero salir a buscarla.

-No Katrina –Prohibió Sam.

- ¿Por qué? Ya tengo la edad suficiente como para decidirlo –Argumenté.

-No sales por esa puerta y ya, no podrás hacer nada, ya es muy tarde y es peligroso para que estés rondando por las calles sola –Contestó Sam molesta.

- ¡Es tan peligroso para mí como para Emily! Incluso más para ella –Insistí.

- ¿Qué pasa? –Preguntó Patrick.

Lamento Haberme Enamorado de tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora