Capítulo 57.

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  Estaba tan dolida, devastada, no podía creer que hubieran roto mi confianza como si fuera un pedazo de cristal. No podía dejar de llorar como si fuera una niña a quien le hubieran quitado su juguete favorito. Naomi me acarició el cabello mientras seguía apoyada en su pecho, acompañándome.

- ¿Ya estás más tranquila? –Preguntó Naomi.

-Sí –Confirmé.

- ¿Quieres contarme lo que pasó? –Consultó Naomi.

-Julián estaba con otra mujer, no me atendió la puerta y cuando ella salió se besaron como si nada, como si yo no existiera –Contesté.

Y comenzó a sonar mi teléfono móvil con notificaciones de su parte.

-Ves, ahora dice que estaba durmiendo, me pide disculpas –Conté.

-Ay amiga, lo lamento tanto –Dijo Naomi.

- ¿Y ahora qué? ¿Qué pasa si estoy esperando un hijo suyo? –Planteé- ¡Qué idiota fui!

-Si estás esperando un bebé y quieres tenerlo, lo sacaremos adelante juntas –Aseguró Naomi.

-No te gustan los niños Nao –Argumenté.

-Pero amaría tener un pequeño sobrinito o sobrinita con nosotras, no dudes que voy a amarle –Afirmó Naomi- Además, aún no estamos seguras de nada.

-No sé qué haría sin ti –Murmuré e hice una pausa- No tengo fuerzas para enfrentar nada, no quiero enfrentar nada, quisiera que todo sea más sencillo: Volver el tiempo atrás y evitar haber conocido a Julián, y de paso también evitar conocer a los Campos Orozco

-Si no hubieras conocido a Julián no hubieras vuelto a confiar. Y si no hubieras conocido a los Campos Orozco no habrías conocido a tus hermanos como tampoco serías famosa ahora –Dijo Naomi.

-Es tan difícil ver las cosas positivas en este momento –Susurré.

-Comeremos esos deliciosos chocolates, veremos tus películas favoritas y llorarás todo lo que creas necesario, mañana serás fuerte de nuevo –Aseguró Naomi.

Besé por unos tres segundos la mejilla izquierda de mi amiga, tomé las frazadas de la habitación, extendí ese sofá para que se volviera una cama. Me acurruqué con mi amiga y nos pusimos a ver esos films que nos gustaban a las dos, al menos en este tipo de gustos coincidíamos.

Me calmé un poco, volví a quedarme dormida llorando por segundo día seguido y sabía que lloraría aún más si llegaba a estar embarazada de alguien como Julián. Al despertarme tenía un mensaje de Pablo, anunciando que ya había llegado, y también un par de llamadas por parte de Julián, ya no quería saber nada de nadie pero al mismo tiempo tenía que cerrar el tema con los Campos Orozco.

Me lavé la cara, desayuné con bastante apetito junto a Naomi, mi periodo seguía sin llegar por más esperanza que tuviera de que así sea, de que no llegara una sorpresa de esas en un momento como este. Me volví a mi casa después de indicarle a Pablo como llegar, Patrick estaba en la escuela y mi madre tenía el día libre en el trabajo. Llegué y las saludé, no podía ocultar muy fácil el dolor que estaba cargando.

Denisse me abrazó de una forma muy cálida, sin decir nada ya había entendido lo que estaba pasando, por suerte mi madre no se había percatado tanto de ello, no era momento de sacar este tema.

Y al fin en la puerta se escucharon tres golpes seguidos. Me dirigí a abrirles y ahí los vi: Pablo y Juan Ignacio estaban.

-Pasen -Pedí- Son bienvenidos.

Lamento Haberme Enamorado de tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora