- ¿Cuánto tiempo tenía? –Pregunté.
-Tenía tres meses de vida cuando murió, ese día en el puente se cumplían dos años de ese día –Afirmó.
-A veces no entiendo porque se van las personas que no hacen ningún mal al mundo –Murmuré.
- ¿Perdiste a alguien importante? –Preguntó Julián.
-Sí, a mi padre y a Emily –Aseguré.
-Perder un hijo es la peor cosa que te puede pasar en la vida, de eso no tengo dudas –Afirmó Julián.
- ¿Y qué pasó con la madre de Julieta? –Consulté.
-Nuestra relación no funcionaba, nos mantuvimos unidos por ella pero al final, no quedó nada que nos continuara uniendo –Respondió Julián.
-El cielo tiene un ángel muy lindo –Dije e hice una pausa- Quizás al cielo le faltaban estrellas que brillaran mucho y por eso se nos van las personas que queremos.
-Preferiría ver el cielo oscuro, sin luces algunas, con tal de tenerla de nuevo –Aseguró Julián.
-Las cosas pasan por algo, quizás cumplieron su misión muy rápido o quizás les iba a tocar vivir algo muy malo, por lo que la vida se los llevó para que no lo padecieran -Planteé.
-Quisiera tener al menos una pizca de tu motivación, pero para mí, fue un castigo –Contestó Julián.
-Yo no dije que eso no me haya dolido –Dije- Sino que todo lo contrario, duele como una daga en el centro del pecho.
-A veces siento que la vida se me va si no la tengo conmigo, quisiera saltar al vacío para ir con ella, para que me complete –Confesó Julián.
-Algún día tendrás otro hijo u otra hija, y no, nunca va a reemplazarla, pero te ayudará a llenar ese vacío que tienes ahora, ningún dolor dura para siempre –Aseguré.
-Eso el tiempo va a decirlo, mientras tanto, no hay una noche que no la llore –Agregó Julián.
Se hizo un momento de silencio en el que él puso su cabeza en mi hombro y yo imité su acción hacia su cabeza, suspiramos casi en simultáneo, no era momento ni lugar para deprimirse sino que todo lo contrario.
-Vamos, no es momento para esto –Planteé.
-Lo sé –Respondió Julián- ¿Vamos adentro?
-Vamos –Dije.
Él se paró y me ayudó a hacerlo, entramos a esa cabaña que era bastante grande, había un par de sillones y una gran pantalla en frente, muebles finos y brillantes, paredes lisas en tono beige, una media mesada que separaba la cocina. Era un lugar muy acogedor, tranquilo, como para pasar un par de días alejada del mundo, que privilegio sería: No preocuparme por nada, tener esa tranquilidad de que mi familia se encontraba bien en todos los sentidos, que no tenía tantas responsabilidades ni presiones, a veces sólo deseaba volver a ser una niña, en ese momento en el que mi padre estaba bien y nada nos costaba, éramos tan afortunados y no éramos conscientes.
-Tengo mucha hambre –Comentó Julián.
-Si quieres puedo cocinar algo –Propuse.
-No te molestes, podemos pedirle a alguien que nos la traiga hecha –Respondió Julián.
-De verdad –Insistí- Puedo hacer algo sencillo en unos minutos.
-Está bien –Dijo Julián- Hay un par de cosas en la heladera.
Me dirigí a esa cocina que era un poco pequeña pero muy elegante, agarré un par de huevos para hacerlos rellenos de jamón y queso. Cuando estaba cocinando en una sartén al fuego Julián apareció detrás de mí, me abrazó por la cintura apoyando su mentón en mi hombro.
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Lamento Haberme Enamorado de tí
De TodoCuenta la historia de Katrina, un alma rebelde que nunca sigue las reglas, viaja en busca de trabajo a la ciudad, aunque dentro de sus razones también se encuentra la venganza, luego de un par de días de búsqueda y sobreviviendo con lo poco que tení...