26. Tu lugar en esta corte.

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Keith me pidió que entretuviera a Amanda mientras él salía a trabajar en las rondas diarias con la caballería. Así que le ofrecí venir a ver un juego de cañas.

Mientras los jugadores están en combate, Amanda y yo estamos sentadas en una fila especial la cual se usa normalmente para los reyes, pero mi invitada es ella mientras mi esposo está ocupado. Las demás bancas están llenas por los demás habitantes de la corte.

-¿Donde se conocieron tú y Keith?- pregunto.

Amanda deja de mirar al frente y me ofrece una sonrisa.

-Trabajaba en un bar hace tiempo, Keith estaba intentando cortejar a una doncella pero esta le arrojó su ron encima- ríe- Me acerqué a limpiar la mesa y le ofrecí un pañuelo para limpiarse.

-¿Y nació el amor?- alzo una ceja.

Creo que no comprendo. ¿Cómo las personas se enamoran? No es tan fácil. Quiero a Vincent, pero es distinto, siento que falta mucho para llegarme a sentir enamorada. ¿O ya lo estoy? Si es así no es tan mágico como algunos lo describen.

-No, en realidad así nos conocimos solamente- acomoda un mechón de cabello detrás de su oreja- Luego siguió visitando el bar y comenzamos a hablar. Nos hicimos amigos pero no sabía que el sentía algo por mi hasta que me alcanzó a la salida de mi trabajo y dijo: ¿algún día vas a notar que estoy cortejandote?

-¡Sutil!- río al imaginarlo.

-Me enteré que usted acaba de casarse- dice aún con su sonrisa- Con el rey de España.

Asiento- Es un buen hombre. Y puedo decirte que Keith también lo es.

-Keith me hace feliz- asiente- Me alegra que usted también lo sea.

Espero serlo por completo en poco tiempo.

-Majestad yo sé que usted no confía en mi- confiesa haciéndome sentir un nudo en la garganta-. No le pido que lo haga, solo que recuerde que yo jure lealtad a mi reina, mucho antes que a mi rey.

Me dedico a verla mejor, esa confesión comenzó a aclarar las luces a su alrededor. Son brillantes, incluso sigo pensando que tienen un gran parecido a las de Keith. Al adentrarme en sus ojos comienzo a ver las luces de mi hermano cerca de las de ella, muy cerca, cada vez son más brillantes pero de pronto comienzo a sentir frío, demasiado frío. Antes de poder entender lo que veo, escucho las pisadas de alguien a mi espalda. Intento voltear pero no puedo porque me encuentro rodeada por los brazos de alguien que planta un beso en mi cien.

-Buenos días- dice Vincent para luego alejarse.

Amanda se pone de pie de inmediato.

-Majestad- dice sorprendida al verlo pero sin borrar su característica sonrisa- Mis disculpas por haber estado ocupando su lugar.

Vincent pasa su mirada de mi a ella. La escanea de pies a cabeza y luego parece regresar a verme por una explicación.

-Vincent, te presento a Amanda- explico poniéndome de pie- Futura señora Daly.

-¿Daly?- pregunta sorprendido- Bueno, Keith Daly será afortunado.

-No tanto como usted- dice Amanda alzando su mano haciendo una seña hacia mi.

Vincent asiente con una sonrisa y se gira a verme por sobre su hombro. Su mirada es dulce.

-Cierto, debí hacer algo muy bien para tenerla ahora junto a mi.- regresa la mirada a Amanda y se acerca un poco a ella- Amanda quisieras disculparme un momento, necesito hablar a solas con mi esposa.

Amanda asiente, hace una pequeña reverencia y camina hasta las demás bancas donde se encuentran el resto de las personas de la corte. Parece acercarse a Mirari quien la recibe presentándole de inmediato a su esposo.

Perfecta creaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora