Han pasado días desde que liberaron a Keith.
No he pasado mucho tiempo fuera de mi habitación. Solo salgo cuando asisto a las reuniones del consejo para ver si siguen intentando que llegue a abdicar.
No lo ha hecho.
Debo admitir que Vincent es un buen gobernante. Y fuera de la sala de juntas ha sido un buen esposo, cada noche llega a la habitación y terminamos hablando por mucho tiempo; hasta que uno de los dos termina dormido. Parece preocupado por mi, creo que sabe algo sobre el consejo pero no quiere decírmelo. Quien también debe saberlo es el marqués Chandler, pero no Thelma, ella me lo diría.
Aún estoy siendo "vigilada" por ella. Le dije que Vincent se nota preocupado por mi y eso la alteró, insiste en que el consejo está tramando algo tan denso en mi contra que incluso Vincent lo sospecha.
Pero bueno, estos últimos días han sido tranquilos. No hay de que quejarme.
Ahora estoy en las caballerías, con Onix, él y mi perro Silver son los únicos que me ayudan a calmarme.
Como dije, he intentado pasar estos días procesando todo en la habitación. Mi esposo nunca está en las mañanas, así que mis dos damas de compañía se la pasan visitándome para hablar conmigo.
Un sonido me sorprende. Al voltear me encuentro con Sebastian.
Oportuno como siempre.
Se nota sorprendido de verme-Lo siento, no sabía que estaba aquí.
Intenta darse la vuelta pero lo detengo diciendo:
-Sebastian- mi voz es firme, se detiene abruptamente mirando hacia la salida-Quiero que venga aquí- pero no se mueve- ¡Ahora!
De mala gana se da la vuelta. Camina hasta donde estoy y cuando quedamos frente a frente le ofrezco una sonrisa amistosa.
-Teniendo en cuenta que parece que me odia por mi cargo como reina...
Extiendo mi mano hacía él y este la toma.
Hago una pequeña reverencia- Me presento, solo tienes que llamarme Elissa.
Sebastian parece un poco confundido al ver mi presentación. Mira a los lados algo dudoso, pero luego hace la misma reverencia y deja un beso en el dorso de mi mano.
-Y yo soy solo Sebastian- me sonríe- Aunque muchos me llaman Bash.
-¿Te gustaría acompañarme a dar un paseo, Bash?
Niega- Mis amigos son quienes me llaman Bash- me reprende- Y creo que deberé rechazar encantadora propuesta, estoy en horas de trabajo.
-¿Y qué hacías aquí entonces?- pregunto.
Sé que no le ha parecido que lo haya invitado a hablar, pero si tiene un problema espero que lo diga.
Abre la boca para responderme pero termina por quedarse callado.
-Majestad creo que...
-Por hoy, solo llámame Elissa- lo interrumpo- Es una orden- digo haciéndolo alzar las cejas sorprendido-. Da un paseo conmigo, creo que puedo encargarme de que no te metas en problemas después.
-Bien- sonrío instintivamente- Elissa- dice inseguro.
A pesar de que mi nombre saliendo de su boca me sabe a que derrocha coraje; ambos comenzamos a caminar por el pequeño camino de piedra que da al jardín de atrás.
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Perfecta creación
Historyczne¿Eres fiel a tus ideales o a tu rey? ¿Qué soportarías para proteger a los que amas o incluso a ti misma? ¿Hasta donde llegarás antes de romperte en mil pedazos? Sara, una mujer que vive en 1912 se encuentra encerrada en un manicomio relatando su vi...