Al volver a la taberna lo primero que hice fue encerrarme en mi habitación y disfrutar por ultima vez mi cama. Bash regresó al pueblo, supongo que a comprar más comida.
Mientras tanto estoy tentada a bajar y tomar una ultima cerveza; tengo hambre y no he comido nada desde ayer. Y por la comida de ayer me refiero también a un tarro de cerveza. Hacer eso solo significaría que le debo más dinero a Alexandre.
Dinero que no tengo, y no sé hasta cuando podré conseguirlo.
De pronto me empiezo a sentir cansada y quedo dormida en un profundo sueño.
Al abrir mis ojos ya no estoy en la taberna, estoy en el trigal viendo la puesta de sol.
Miro a mi alrededor intentando encontrar respuestas de como llegué aquí, pero solo me encuentro con mi padre mirando el atardecer. Me pongo de pie y comienzo a caminar en dirección a donde está, aunque él no parece notarme. Hasta que toco su hombro.
-¿Qué haces aquí?- pregunto.
-Cuidándola- responde mirándome.
-¿A quién?
-Mi niña-en cuanto lo dice mis ojos parecen haber notado por primera vez una cuna en medio del lugar.
¿Cómo es posible que no lo notara antes?
Me acerco un poco para poder ver quien está adentro y noto que es Anette. Sus pestañas largas, su piel blanca y sus labios rosados.
-Me pediste que te cuidara- dice mi padre llamando mi atención-¿No lo recuerdas? Mientras dormías.
¿A mi?
Asiento no muy convencida-¿Donde está Keith? ¿No venía detrás de nosotros?- me giro intentando buscarlo- Ahí está su caballo.
Mi padre se gira para ver al caballo pero se encoge de hombros.
-Estuvo aquí mientras dormías, dijo que volvería luego porque quería traer a su esposa- ríe-. Parece muy emocionado de presentarla.
-¿Él no regresará a cenar con nosotros en la corte?- frunzo el ceño.
-¿Por qué haríamos eso?- pregunta confundido.
-Es nuestro hogar- respondo aún más confundida.
-Keith dijo que volverían a encontrarse, pero eso no podrá ser en la corte.
¿Qué está pasando?
-¡Elissa!- escucho que mi madre grita.
Al girarme para verla noto que el trigal ha desaparecido y lo único que veo es el pueblo. La noche, personas gritando y mi madre arriba preparada para ser condenada por el verdugo.
-Papá- me giro intentando buscarlo pero ha desaparecido- ¡papá has algo!
Regreso la mirada a mi madre y ya no puedo hacer nada porque antes de poder dar un paso, el verdugo ya ha cortado su cabeza.
El sonido del hacha golpeando la tabla de madera y el de la cabeza de mi madre golpeando el piso inundan mis oídos y por un momento todas las personas a mi alrededor desaparecen
Unas manos se posan sobre mis hombros haciéndome despertar.
-Tienes una deuda conmigo, Elle- dice un Alexandre muy enojado frente a mi- ¿Vas a pagar?
Tengo la boca seca, no he comido ni bebido nada el día de hoy y ya anocheció. ¿Cuanto tiempo dormí?
-Alexandre, no conseguí el dinero. Necesito que me des hasta mañana- suplico incorporándome para quedar sentada- Nadie quiere contratarme por la situación con la corte.

ESTÁS LEYENDO
Perfecta creación
Historical Fiction¿Eres fiel a tus ideales o a tu rey? ¿Qué soportarías para proteger a los que amas o incluso a ti misma? ¿Hasta donde llegarás antes de romperte en mil pedazos? Sara, una mujer que vive en 1912 se encuentra encerrada en un manicomio relatando su vi...