43|Te quiero

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Estire mi brazo pero al solo sentir la cama vacía abrí mis ojos encontrándome sola en la cama.

-¿Chris?- pregunté sentandome viendo que tenía sólo una camisa que me llegaba casi a las rodillas.

La puerta se abrió y el se asomo, me sonrió y se acercó.

-Hasta que por fin despiertas- beso mi frente.

-¿Por fin?.

-Si, te veías tan linda durmiendo que te deje dormir, estabas cansada. ¿Tienes hambre?.

-La verdad es que si.

-Ya casi esta el desayuno- me sonrió, le señale la camisa- hacía un poco de frío y no podía dejarte así como estabas, cada vez te apegabas más a mi en busca de calor, no quería despertarte así que te puse mi camisa.

-¿Puedo darme una ducha? - le pregunté.

-Claro bella, no tardes. El baño es ese de ahí- señaló una puerta que ni siquiera sabía que estaba ahí.

Christopher salió de la habitación, me pare de la cama y agarre mi ropa que estaba en una silla, supongo que Chris recogió nuestra ropa porque yo recuerdo que la habíamos dejado botada en la sala. Abrí la puerta que Christopher me indicó y me encerré en el, como solo tenia la camisa de Chris fue lo único que me quite para después darme una relajante ducha. Agarre una de las varías toallas que estaban dobladas en la estantería que había. Me seque y cambié.

Salí de la habitación y me acerque al lugar de donde provenía el exquisito olor, me acerque a Chris que estaba fríendo pechugas de pollo, lo abracé por la cintura ganandome una risita por parte de este.

-Hola- me saludo volteando a verme.

-Hola- le respondí soltandolo, el se giro completamente hacia mí.

-¿Qué tal dormiste?- me tomó de la cintura.

-Muy bien- le respondí alegremente al recordar que dormí en sus brazos- ¿Y tú?.

-Mejor que bien.

Me tomo de las mejillas y se agachó para plantar un tierno beso en mis labios, a lo que rápidamente correspondi. Me separe rápidamente de él.

-¡El pollo! - le recordé volteando a verlo.

Rápidamente el volteo la carne, nos reímos.

-¿Quieres qué te ayude en algo?- le pregunté cuando dejé de reír.

-No, tú eres la visita, yo cocino- dejó un tierno beso en mi frente.

Lo ignore y me acerque a las estanterías y abrí cada uno de los cajones, buscando platos y tazas. En cuanto los encontré, tomé un par de cada uno y se los lleve a Chris.

-Gracias- me sonrió.

-De nada- le devolví la sonrisa- oye ¿Puedo preguntarte algo?.

-Ya lo hiciste- se río.

-Menso- le dí un pequeño golpe en el hombro.

-Era broma, claro que puedes preguntarme lo que quieras.

-¿Alguien se encarga de este lugar? Todo parece tan limpio y tan cuidado, como si alguien viviera aquí.

-Si, hay alguien que se encarga de mantener este lugar en buen estado.

-¿Y dónde está?.

-Digamos que le dí unas pequeñas vacaciones. Necesitaba estar solo y pensar algunas cosas- baje la mirada apenada, tal vez fue por lo que le dije, como puede que no. Christopher levantó mi rostro suavemente con su mano- oye, no te pongas así, hablaremos de todo esto, porque aún hay muchas cosas de las que hablar. Pero por ahora no, sólo quiero tener un buen desayuno contigo.

¡Princeso! - C.V y tú | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora