37|La llamada

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Abrí lentamente mis ojos al escuchar cierto movimiento, los abrí lentamente mientras parpadeaba, me acostumbré a la luz que entraba por la ventana. Mire la hora en el reloj que estaba en una de sus mesas. 10:30 am, ojalá que mamá no haya llamado a Alicia para corroborar que estaba con ella, le había dicho que me había quedado con ella en su casa. Estoy segura que no lo hizo, porque si lo hubiera echo, ya me abría llamado enojada preguntándome donde estaba y con quien había pasado la noche.

-¿Christopher?- tocaron la puerta.

Abrí los ojos tan grandes como pude de la impresión y el miedo. ¡Puta madre! ¡Era su mamá!. Tome mi ropa rápidamente que estaba esparcida por todo el suelo tratando de hacer el menor ruido posible, cuando corrobore de que la habia tomado toda y no habia dejado ni un calsetin, me fuí corriendo al baño, al estar adentró me pegue a la puerta para escuchar todo. Su mamá abrió la puerta y entro.

-¡Christopher!- le gritó- ¿Ya viste la hora que es?.

Escuche como ella camino pero se detuvo de pronto.

-¿A qué huele? ¿Christopher desde cuando no te bañas? Apestas.

-Ya voy- lo escuche quejarse y escuchar como se movía en la cama.

-¿Y por qué tienes tu ropa votada por toda tu habitación? ¿Ese que esta ahí tirado es tu ropa interior?- se escuchaba enojada- te pones a limpiar tu habitación y a lavar tu ropa. Y también a bañarte que apestas, cuando regrese en la tarde quiero que todo este en orden.

-Si mamá.

-Desayunas, Christopher.

Su mamá salió balbucendo cosas molesta. Me quedé quieta escuchando todo y me tranquilice cuando escuche su auto. Solte un suspiró, su madre se había ido. Christopher se rió.

-¿Bella? ¿Dónde te escondiate?- lo escuché.

-¿Desde cuándo no te bañas, Chris? Apestas- le hice burla desde el baño- hablando de eso, yo también apesto.

-Puedes bañarte- lo escuche bostezar.

-Gracias.

Abrí un poco la puerta del baño y me asomé por esta, pude ver como Christopher se volvía a tapar y se quedaba dormido. Cerré la puerta con llave y me metí a la ducha. Me puse nuevamente la ropa salí del baño, me acerqué a el y lo moví.

-¡Oye!- lo moví pero no despertó, lo moví más fuerte hasta que lo escuche quejarse- me tengo que ir.

Se tallo los ojos y los abrió, posando toda su atención en mi. Que bien se le veía recién levantado.

-Quédate a desayunar.

-Mi madre piensa que estoy con Alicia.

-¿Y? ¿Acaso no desayunas con ella cuando te quedas a dormir en su casa?.

-Bueno si...

-Quédate a desayunar.

-Esta bien, me quedaré, vete a bañar, nos vemos abajo.

Asintió lentamente, salí de su habitación y me fuí directo a la cocina. Abrí la nevera para ver que había dentro y que me sirviera para cocinar, no haría nada del otro mundo, algo sensillo pero rico.

Saque lo que ocuparía que no fue mucho y comencé a cocinar. Echaba los huevos en el sartén cuando escuche su voz y luego sentí unos brazos rodear mi cintura.

-Huele muy bien- podía sentir su cálido aliento chocar en mi oreja.

-No será nada extravagante- le advertí- huevos revueltos con tocino.

¡Princeso! - C.V y tú | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora