Trate de poner la cara del gato con botas como en la película de Shrek. Oscar se tambaleó en su lugar negando, pero aún así sonrió, había ganado yo.
—Esta bien, pero sólo está vez, Tn. Está más que lleno y estuve negándoles la inscripción a muchas personas. Solo te digo una única condición— hablo resignado.
—¿Cuál? No importa cuál sea— pregunte sin dudar, estaba muy feliz.
—Que nadie lo sepa o me van a quemar vivo, si la gente de afuera pregunta sobre él, les dices que ya estaba metido aquí pero no estaba del todo dispuesto para presentarse— se cruzó de brazos.
—¡Por supuesto! Lo que digas— me contuve la felicidad, que gran amigo es— ¿Desde cuando podrá venir?.
—Este fin de semana, si falta, se va— trato de sonar rudo pero yo lo conocía, su altura, su físico y su tamaño solo eran para intimidar más solo es un adorno, cualquiera que lo conozca bien sabe que en el fondo es un osito.
—Gracias, Oscar— le agradecí honestamente.
—Anda, llamalo y dale la buena noticia, niñita— revolvió mi cabello y se retiro.
Saque mi celular del bolsillo de mi sudadera y rápidamente lo desbloquee para después buscar su contacto y llamarlo. A los pocos segundos escuché su voz en la llamada.
—Hola, Tutsi Pop.
—Hola— no podía estar más feliz— ¿Qué estabas haciendo?.
—Estudiando ¿Y tú?, te escucho muy feliz.
—Bueno... Estoy en el gimnasio de box? Digamosle así. Hable con mi entrenador y dueño del lugar, Oscar. Este mismo fin de semana puedes comenzar a venir a entrenar, te estará esperando.
—¿Es en serio?— lo escuche emocionado, sonreí al imaginarme su hermosa sonrisa, las arrugitas que se le hacen a los lados de sus ojos cuando sonríe y sus ojos achinaditos, me trae mal este hombre.
—¡Claro! Te dije que lo iba a convencer, nos llevamos muy bien y aquí entre nos, dice que soy la que avanza rápido así que soy de sus favoritas— hable egocéntrica, me costó tiempo aprender, al igual que me costó sudor, cansancio, dedicación y fuerza, claro que es para presumir.
—¡Esa es mi chica! — me siguió, sabía que no lo decía en juego, hablaba en serio. ¿Puedo morir ahora? Encontré al mejor chico de la tierra y es mío. Ohhh rayos ¿Desde cuando digo qué una persona es mía?, definitivamente este hombre me está haciendo egoísta.
—¿Acaso sabes cuanto te adoro?— le dije sonriendo, si me que trae mal.
Se quedó un rato callado, ¿Se habrá quedado dormido en mitad de llamada? Que grosero.
—¿Me adoras?— hablo tímido, miren quien regreso, mi Princeso, mi niño tímido. Pero después de eso me di cuenta de lo que le dije, ni siquiera me di cuenta de ello. ¿Cómo es posible qué en tan poco tiempo pase de un te quiero, un te quiero mucho a un te adoro? Me estoy yendo como gorda en tobogán y nisiquiera me doy cuenta.
—Te adoro— le aclare para que no vaya a pensar que lo dije sin sentirlo. Ya sentía más allá de un té quiero, cada día ocupaba un lugar más y más importante en mi vida como en mi corazón.
—No me gusta que me digas Princeso pero no puedo evitarlo, me acabas de hacer sonrojar como un tómate, niña Tutsi Pop. ¿Puedes dejar de ser tan encantadora? Si sigues así, terminaré tan enamorado que si me dejas, me intentaré suicidar ahorcandome con un fideo cosido.
ESTÁS LEYENDO
¡Princeso! - C.V y tú | Terminada
Fanfic-Mirá niñito si quieres sobrevivir en este puto lugar debes dejar de comportarte como un animal asustado escondiendote de todos. -Pero esos tipos son enormes y yo solo era uno- me excuse tratando de no sonar como un total idiota y no quedar más en...